Si el Gobierno no interviene, la entrada en vigor el próximo 1 de septiembre del nuevo protocolo de homologación de consumo y emisiones WLTP podría tener un efecto directo en las ventas de vehículos. Al menos así lo considera Anfac, Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, que en un encuentro con la prensa ha manifestado su preocupación.
Es necesario llegar a un acuerdo con el Gobierno
José Vicente de los Mozos, presidente de Anfac, ha cifrado la posible caída de ventas en España por la norma WLTP entre un 7 y un 10 por ciento. Además, según de los Mozos, los volúmenes de fabricación de las factorías nacionales se verían afectados, con una disminución de un 5 por ciento. En consecuencia, se podría dar una pérdida de empleo.
Por su parte, el vicepresidente de Anfac, Mario Armero, ha declarado que ya están trabajando con el Gobierno para intentar que la norma WLTP no se traduzca en un aumento de la fiscalidad que se refleje en un incremento del precio de los coches. Armero precisó que hay que trabajar rápido para logra un acuerdo, “queda el tiempo justo". Hay que recordar que la nueva normativa entra en vigor el 1 de septiembre.
Según de Mozos, en España “sabemos lo que hay que hacer, pero no somos ágiles". Por ello es fundamental la toma de decisiones con perspectivas a corto y largo plazo. Es necesario acciones en el campo fiscal y un marco regulatorio “homogéneo y adecuado", señaló el presidente de Anfac, quien además ve fundamental invertir, apoyar al vehículo alternativo y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector de la automoción.
Un nuevo impuesto orientado al uso del coche
Entre las medidas propuestas al Gobierno, Anfac defiende la creación de un impuesto “verde, único y orientado al uso del coche". Este surgiría de la unificación del impuesto de circulación y matriculación y estaría vinculado a las emisiones de CO2, a la calidad del aire y al uso del vehículo y no a su compra.
Según Mario Armero, “la fiscalidad actual es regresiva y anacrónica; no favorece la renovación del parque automovilístico, que es uno de los más antiguos de Europa". Por si fuera poco, “estamos a la cola en lo que se refiere al mercado de vehículos alternativos en Europa. La fusión de impuestos que proponemos tendría un coste cero para la recaudación pública".
Para José Vicente de Mozos, “España es un país competitivo en el automóvil, pero estamos viviendo un cambio de paradigma en el sector y no sabemos lo que va a pasar en el futuro, por lo que hay que adelantarse".