Wiesmann
El fabricante alemán de automóviles destaca por tener un fábrica en Dülmen (Alemania) con un diseño que simula a gecko, un reptil que se adhiere a la pared de una manera tan perfecta como la que buscan para sus superdeportivos. Cada coche de Wiesmann es único por el nivel de personalización permitido y gran parte del trabajo que se realiza es artesanal.
Fiat en Lingotto
La fábrica que la marca italiana tenía en este barrio de Turín supuso un gran paso adelante en el diseño de este tipo de infraestructuras. Gran parte de la producción de Fiat salió de las cadenas de montaje de esta planta desde su apertura en 1923. Para los años 70’, se había quedado bastante obsoleta y en 1982 acabó cerrando sus puertas. Su gran tamaño (la más grande de Europa en ese momento) y su pista de pruebas en el techo supuso un punto original a los diseños tradicionales que se habían visto hasta entonces.
Koenigsegg
Desde que la fábrica de la marca sueca se incendiara en 2003, estos superdeportivos nacen en un antiguo edificio de la Fuerza Aérea Sueca. Sus dimensiones y la presencia de una pista de aterrizaje permiten que se puedan poner a prueba las prestaciones de unos coches que son capaces de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos y que tienen una velocidad máxima que supera los 400 km/h. El logotipo de un fantasma que llevan todos los modelos modernos en su cristal trasero es un homenaje al escuadrón de cazas suecos que se resguardaban en el edificio que actualmente ocupan estos coches por valor de más de un millón de euros cada unidad.
Fábrica de Cristal de Volkswagen
Diseñada por Gunter Henn, abrió sus puertas en 2002 en la ciudad de Dresden (Alemania). Toma su nombre por el material que rodea sus inmensas infraestructuras. Desde su apertura, han pasado por sus instalaciones modelos como el Phaeton, el Touareg o el CC. Otro modelo que también se ensambla en esta fábrica es el Bentley Flying Spurs.
Lamborghini
En la fábrica de Bolonia (Italia) se construyen unos de los modelos más preciados de todo el mundo. Los Lamborghini cuentan con un laborioso trabajo de producción, contando los motores con un ensamblaje a mano. Tras más de 50 años en la industria automovilística, siguen en la cumbre. ¿Qué amante del automóvil no sonaría con estar presente en el proceso de producción de un Aventador?
Morgan
Estos coches de aspecto clásico se fabrican en unos edificios muy modestos que contrastan mucho con la calidad que desprenden sus coches, que siguen utilizando en muchos casos una estructura construida con una esqueleto de madera reforzado con una carcasa de aluminio. Este automóviles ‘vintage’ siguen creándose a la viaje usanza.
Pagani
Desde 1992 trabaja esta marca fundada por el argentino Horacio Pagani que, además de fabricar superdeportivos, también trabaja la fibra de carbono. Su sede está en Módena (Italia) y de sus infraestructuras nacen los impresionantes modelos Huayra y Zonda en sus distintas versiones.
Ferrari
Sin duda una de las mejores fábricas de automóviles de todo el mundo. Su éxito radica en los superdeportivos que lanza al mercado y con los que consigue acaparar la atención de pudientes y curiosos que sueñan con poder conducir durante unos minutos alguno de sus modelos. Sus instalaciones son prácticamente una ciudad roja, en la que este tono y la referencias a la marca lo invaden todo. Pilotos como Lauda o Raikkönen cuentan con calles a su nombre, mientras que el propio Michael Schumacher tiene el honor de poseer una plaza en su homenaje. Desde que Enzo Ferrari trasladó a Maranello su fábrica de coches de carreras en 1942, la infraestructura no ha parada de crecer, contando además con su museo y el famoso circuito de pruebas de Fiorano a escasa distancia. Un templo para los amantes del ‘Cavallino’.
Tesla
Tesla diseña, fabrica y vende coche eléctricos y puede presumir de haber sido la marca que produjo el primero coche totalmente de propulsión ‘limpia’, el Tesla Roadster. Tiene su sede en Silicon Valley (California) y, además de comercializar sus propios coches, distribuye baterías de iones de litio y demás componentes a otras marcas como Toyota. De hecho, antes de convertirse en una firma de automóviles, trabajaba para General Motors y Toyota, hasta que en 2010 se decidió por la compra de las plantas de fabricación de la arruinada GM y se dispuso a desarrollar su propia marca de coches. En la fábrica de Fremont (California) se crean más del 90 por ciento de las piezas de plástico que son necesarias para montar el coche, siendo más de 2.000 las que tienen que comprar a fabricantes externos.