No se puede llegar, soltar lo que a uno le parezca y crear alarma social. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestó en el Congreso que “el Diesel tiene los días contados" y que su “impacto" en la calidad del aire “es lo suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida".
La Federación de Industria, Construcción y Agro de la Unión de Trabajadores (UGT Fica) evidentemente no comparte estas declaraciones, pero además, considera sus palabras de “inaceptables y arriesgadas", pues lo único que consiguen es crear “incertidumbre y alarmismo" en el sector automovilístico.
UGT Fica denuncia que la ministra Ribera no se ha tomado la molestia de escuchar antes a los agentes sociales del sector de la automoción involucrados para sondear cuál es la realidad de nuestro país. No entiende que el Gobierno se esté planteando una medida que penaliza a los vehículos Diesel y que tendrá “serias" repercusiones para el sector.
“Desde UGT Fica hemos venido reclamando una reunión urgente con la ministra de Industria, Comercio y Turismo para trasladarle nuestra preocupación al respecto, así como nuestra visión sobre las fórmulas para afrontar los retos de futuro del sector, tanto en lo que se refiere al debate europeo sobre las emisiones, como a las medidas que se deben adoptar en España para garantizar la competitividad de la industria automovilística", reclama la organización sindical.
Además, la federación considera que la transición hacia nuevas alternativas de combustión se debe hacer de una forma “progresiva" y “coherente", y en la que se tenga en cuenta, aparte de las cuestiones medioambientales, la estabilidad del empleo y el impacto sobre la industria española.
“Rechazamos este tipo de política de titulares y reiteramos la urgencia de la reunión solicitada a la ministra para que conozca de primera mano la realidad de una industria que supone el 10% del PIB de nuestro país y emplea a 200.000 trabajadores y trabajadoras directa e indirectamente", añade.
En este contexto, la federación “no admitirá" medidas unilaterales en perjuicio de los interesas de los trabajadores del sector “referente para la industria de Espala", pese al “tradicional olvido de las administraciones". Vamos, un tirón de orejas claramente a la ministra.