Durante la última jornada del II Congreso Internacional de Tráfico Urbano, que se celebra en Madrid en estos días, se han relatado las "Perspectivas de futuro en el tráfico del siglo XXI". En la mesa redonda celebrada en el Centro Cultural de la Villa, cinco responsables de la Policía Municipal de diferentes ciudades españolas han explicado sus actuaciones en materia de tráfico. Las conclusiones a las que han llegado los jefes de policía y responsables de Seguridad Ciudadana de Barcelona, Bilbao, Palma de Mallorca, Burgos y Madrid se reducen a la necesidad importantísima de disminuir el tráfico privado y a la necesidad de fomentar la educación vial.
En Barcelona, se ponen un millón de multas al año, lo que hace una idea del volumen de circulación de la ciudad mediterránea. Barcelona tiene unos objetivos concretos dirigidos a la preservación del Medio Ambiente con acciones para reducir el ruido y la contaminación. El Plan de Actuación Municipal tiene unas claras referencias al deseo de conseguir movilidad en la ciudad, que, entre otros puntos, se apoya en favorecer los desplazamientos a pie y en transporte público, la difusión de la educación cívica y vial y en la ampliación de la red de estacionamientos. Dentro de cinco años se pondrá en marcha el Proyecto Picasso, que incidirá en la mejora del transporte público, en la gestión inteligente del tráfico y en obras de infraestructura.
La situación de Palma de Mallorca ha sido explicada por el jefe de la Policía Local de la ciudad, Juan Feliú Amengual, cuyos planes para mejorar el tráfico en su ciudad giran en torno a la prevención, a una gestión más inteligente de los medios disponibles y a una represión administrativa y judicial justa. Por su parte, Tomás del Hierro Gurrutxaga, director de los servicios de Seguridad Ciudadana de Bilbao, ha declarado que la relativamente reciente creación del Metro en Bilbao, en 1995, no ha paliado el problema del tráfico en esta ciudad en la que ya se han peatonalizado 28.000 metros cuadrados del casco viejo. El problema podría agravarse el año que viene, cuando se instale el tranvía en esa ciudad; un hecho que limitará la circulación por determinados carriles.
El responsable de la Policía Local de Burgos, José Escalante Castarrollo, ha reconocido que en su ciudad el tráfico aún no está considerado como un problema, si bien les ocupa y preocupa. Para el representante burgalés, la gran solución a todos los problemas de tráfico es que "la policía local se convierta en la institución educadora" y no en sancionadora, imagen que ostenta en la actualidad entre la población.
La última intervención ha sido llevada a cabo por el jefe de la Policía Municipal de Madrid, José Manuel Morales Ruiz, quien, por falta de tiempo, ha resumido su intervención en la máxima: "hay que ajustar la vía a la demanda ciudadana". En Madrid, una de las ciudades más colapsadas por tráfico en Europa, las soluciones se encuentran en redefinir los criterios policiales a la hora de multar las infracciones cometidas en el carril-bus, la invasión de los cruces o el aparcamiento en doble fila.
"La policía, como institución educadora"
El objetivo no es facilitar el tránsito en las ciudades, sino reducir el uso del coche privado para aumentar la calidad de vida de nuestro entorno.