No provocó daños personales, pero obligará a cortar la N-234 durante una semana como mínimo. El derrumbamiento ayer de más de 500 toneladas de roca y tierra sobre esta carretera, a tan sólo unos metros del casco urbano de Calatayud, causará durante los próximos días un auténtico caos circulatorio, sobre todo para los transportistas profesionales.Fuentes del Ministerio de Fomento aseguran que el cierre al tráfico es “estrictamente necesario", ya que –aunque el material caído ya ha sido prácticamente eliminado de la calzada- la dificultad reside ahora en acabar con el importante riesgo de nuevos desprendimientos que tiene todo el tramo. Para ello, se realizarán voladuras en los próximos días, con el objetivo de originar que las grandes masas de roca inestables caigan y los equipos de mantenimiento de carreteras puedan dedicarse sin peligro a los posteriores trabajos de rehabilitación del trazado.El problema se plantea ahora también para el transporte. Según el Ministerio de Fomento, las alternativas a esta carretera son muy escasas, ya que se utilizan unas vías secundarias por los municipios de Ateca y Cervera de la Cañada, un trazado que no está preparado para el tráfico pesado.La única posibilidad que ahora mismo tienen los transportistas profesionales para realizar este trayecto es dar grandes rodeos, o bien a través de Almazán (Soria) desde la autovía A-2 Madrid-Zaragoza, o bien desde la capital aragonesa, por la carretera que la comunica directamente con Soria. Cualquier posibilidad, eso sí, supone unas desviaciones de más de 100 kilómetros a los camiones que pretendan recorrer el trayecto que une Teruel con Soria.Tampoco es mucho más agradable la alternativa que Fomento anuncia para turismos. Éstos pueden utilizar una antigua carretera asfaltada que pasa por diferentes cascos urbanos y que alargará también el tiempo de recorrido del trayecto, aunque en menor proporción que la desviación para camiones.El tramo de carretera en el que se ha producido el desprendimiento forma parte del término municipal de Calatayud y hace varios años también sufrió otros derrumbamientos, aunque de menor envergadura. Esta circunstancia llevó en su día a Fomento a invertir más de 400.00 euros en la instalación de mallas de protección, una medida que, como se ha comprobado ahora, reduce el riesgo de desprendimientos, pero no los elimina. Y es que la parte del cerro desde donde han caído ahora las 500 toneladas de roca y tierra estaba cubierta por este tipo de malla.
La N-234, cortada durante más de una semana
La carretera N-234, la única vía directa de transporte entre Sagunto (Valencia) y Burgos –a través de Teruel y Soria- permanecerá completamente cerrada al tráfico en Calatayud, debido al desprendimiento sobre la calzada de más de 500 toneladas de roca y tierra. Fomento asegura que esta iniciativa es necesaria para acabar con el riesgo de nuevos aludes.