Como todos recordamos, el protagonista de la saga ‘Fast & Furious’, Paul Walker, falleció un 30 de noviembre de 2013 tras un accidente de tráfico. El actor viajaba de copiloto en un Porsche Carrera GT de 2005 con un amigo, Roger Rodas, cuando el vehículo chocó contra un árbol, el vehículo se incendió y ambos ocupantes fallecieron.
Casi dos años después, la hija de Paul Walker, Meadow Rain, ha denunciado a la marca germana por los defectos de seguridad en el vehículo. De no ser por estos problemas, y según Meadow, su padre ‘seguiría vivo’. Sus abogados presentaron la demanda este lunes 28 en Los Ángeles al entender que hubo negligencia por parte de Porsche.
Según la demanda, el vehículo contaba con un ‘historial de problemas de inestabilidad y control’ y con unos cinturones de seguridad mal diseñados, lo que provocaron que Paul Walker quedase atrapado en el interior del vehículo incluso cuando éste empezó a incendiarse pasado casi un minuto y medio desde el coche.
En un primer momento, los investigadores apuntaron al exceso de velocidad como causa del accidente; el informe policial indicaba que el Porsche accidentado circulaba entre 128 y 150 km/h. No obstante, los abogados de Meadow Walker apuntan a que dicha velocidad era de entre 100 y 114 km/h.
Porsche aún no se ha pronunciado respecto a esta demanda. Como referencia previa, sí que conocimos la respuesta de la marca germana a la demanda de la mujer de Roger Rodas el pasado mes de abril, culpándolo a él del accidente y negando que el vehículo presentase defectos.