El verano ha estado marcado por la continua bajada del precio de las gasolinas. Ayer, justo cuando
Hace semanas, la OPEP anunciaba que privará a los mercados internacionales de un millón de barriles al día y, aunque el recorte no empieza hasta septiembre, ya ha creado incertidumbre en las bolsas internacionales. Además, en contra de lo que esperaban los expertos, la demanda del crudo sigue creciendo.
Los exportadores no abren el grifo y los consumidores no dejan de "beber", una situación que preocupa a los principales analistas, que miran inquietos la despensa de barriles de EEUU y se preguntan hasta cuándo durará.
Según informa el Departamento de Energía estadounidense, las reservas de petróleo bajaron en 1,1 millones de barriles y las de la gasolina en 3,2 millones durante la semana pasada. Los dirigentes norteamericanos han aprovechado la época de vacas gordas para llenar sus depósitos, que presentan un nivel superior a un 11 por ciento del que tenían hace un año, pero las bolsas no las tienen todas consigo.
Ayer, el precio de contratos para septiembre del Petróleo Intermedio de Texas, el de referencia en Estados Unidos, subió 0,42 dólares, lo que situó en 26,77 dólares el barril ( 5.056 pesetas) y, en el mercado de Londres, el petróleo de tipo Brent se incrementó en 0,27 dólares.