Hasta la cuarta carrera del Mundial tuvieron que esperar los aficionados británicos para cantar una victoria de su equipo preferido, el McLaren-Mercedes. Y qué mejor que hacerlo en casa y gracias a un piloto de la tierra. El triunfo de Coulthard ayer en Silverstone devuelve la esperanza al equipo inglés y la emoción a un campeonato que hasta ahora era monocolor: rojo Ferrari.
Ayer estuvo a punto de teñirse otra vez de "rosso", pero un inoportuno trompo sacó a Barrichello de carrera y franqueó el paso a los coches plateados hacia la bandera de cuadros.
Los McLaren exhibieron en Gran Bretaña la gran velocidad que se les supone y, por primera vez en lo que va de Mundial, acertaron en la estrategia de carrera y lograron una fiabilidad definitiva. Los coches aguantaron sin excesivos problemas, pese a que Hakkinen sufrió algún fallo hidráulico y Coulthard un leve atasco en su caja de cambios. Ron Dennis, su patrón, lo dijo claro: "un final perfecto".
Con el magnífico resultado del domingo, dejan claro que se han desperezado por completo y que amenazan sin titubeos la supremacía de Ferrari. Schumacher, que aún conserva 20 puntos de ventaja sobre Coulthard, se mostró feliz con su tercera plaza.
En el cuartel general del equipo italiano se lamenta la mala suerte de Barrichello. El brasileño sufrió un trompo cuando mandaba con claridad en la carrera. Problemas de embrague hicieron que su monoplaza perdiera el control y tuviera que abandonar. Lo cierto es que Barrichello estaba haciendo un magnífico Gran Premio. El sábado, en medio de un diluvio, logró la "pole position", primera de Ferrari este año, y tercera de su carrera. Al igual que las dos anteriores, Barrichello logró esa plaza en condiciones muy difíciles, con circuitos casi anegados. El carioca deja claro que es un gran piloto, pues da su mejor cara cuando los coches importan menos que los hombres y es el pilotaje quien decide.
Otro que está asombrando a propios y extraños es Jason Button, el jovencísimo hombre de Williams. Nadie apostaba por él hace dos meses, pero ahora se ha convertido en la gran revelación del Mundial. El domingo acabó quinto, con lo que sumó dos nuevos puntos en su casillero. El inglés se mostraba exultante al final de la carrera, sobre todo por haber marcado un resultado tan bueno delante de su público. Button se congratula por estar corriendo al mismo nivel que los pilotos que hace poco eran sus ídolos juveniles, y también por lo mucho que está aprendiendo a su lado.
El más satisfecho con el rendimiento del novato es Frank Williams, patrón de la escudería, que arriesgó mucho incorporándole al equipo. Ahora saca pecho atribuyéndose el descubrimiento de tanto talento. Por si fuera poco, Ralf Schumacher se clasificó cuarto. El motor BMW, que tan poca confianza despertaba en diciembre, se ha revelado como un buen propulsor capaz de luchar por el podio.
Frente al éxito de Button y Ralf, la desilusión de Frentzen. El de Jordan había logrado la segunda plaza en la parrilla de salida, lo que ya constituye un gran éxito. Pero no supo mantenerse en cabeza y acabó retirándose a falta de cuatro vueltas. Igual que Villeneuve, que había hecho buenas carreras con el BAR en los últimos grandes premios, pero ayer no tuvo su día.
Mejor suerte corrió el otro piloto de Jordan, Jarno Trulli, que entró sexto y logró un punto. Tanto Jordan como Benetton y Williams luchan por meterse en el podio, aunque con poco éxito. Son tres equipos muy igualados y cualquiera puede estar por delante. Para el buen aficionado, estas escuderías son las verdaderas animadoras de la Fórmula 1, ya que el nivel de McLaren y Ferrari se antoja casi inalcanzable.
Entre los pilotos más rápidos de los entrenamientos estuvo De la Rosa, que se las prometía muy felices con su segundo mejor crono en los ensayos libres de la mañana del domingo. Salió en una incómoda decimonovena posición, pero contaba con adelantar gracias a su gran punta de velocidad. Su gozo en un pozo: un problema con la electrónica sacó al Arrows de carrera cuando marchaba decimotercero y ya había parado para el preceptivo repostaje. Su compañero de equipo, Jos Verstappen, se había retirado unas vueltas antes, evidenciando también la falta de fiabilidad de un coche que podría ser puntero a poco que afinasen sus ingenieros.
Martínez de la Rosa departió antes de la carrera con el rey Don Juan Carlos, que visitó los boxes y se interesó por el estado de coches y pilotos.
También acudió el regio visitante al taller de Minardi, donde Marc Gené le explicó las modificaciones que Fondmetal ha hecho en el motor de su Minardi. El catalán esperaba que estos cambios (un tres por ciento más de potencia) le permitiesen avanzar más, pero se tuvo que conformar con ser decimocuarto tras partir desde la penúltima plaza de la parrilla. Al menos se impuso a su compañero de equipo, Mazzacane, con lo que su primacía en Minardi no se ve amenazada.
El coche no puede más. Su chasis es muy bueno, y estaría delante si tuviera un motor de verdad. En los entrenamientos libres del domingo marcó el noveno mejor tiempo, casi una proeza para sus posibilidades. Pero luego, en carrera, se tiene que rendir al poderío del resto de máquinas. Aun así, Gené no se rinde. Se consuela pensando que es capaz de mantenerse a rueda de hombres como Ralf Schumacher y Eddi Irvine. Sin motor, sin equipo de pruebas y sin apenas tiempo para entrenar, lo que logra Gené es casi heroico, a pesar de que no es lo que se espera de su talla como piloto. Fondmetal trabaja ya a marchas forzadas en una nueva evolución del motor, pero es casi seguro que no será el revulsivo que necesita el coche.
Ahora, los pilotos españoles esperan la llegada del Gran Premio de España, que se disputará en Montmeló el día siete de mayo. El calor de la afición local será un gran aliento para ambos deportistas
Inglaterra devuelve la emoción a la Fórmula 1
Tras la tormenta salió el sol y alumbró un nuevo orden en la F-1. David Coulthard se impuso a la niebla de Silverstone y logró una gran victoria para McLaren. Tanto él como su compañero Hakkinen han remontado el vuelo y empiezan a desafiar al hasta ahora incontestable dominio de Schumacher.
