GM Europa pide un acuerdo a Opel España

Cada vez se aleja más la posibilidad de que el Meriva siga fabricándose en Figueruelas a partir de 2009. El acuerdo en la planta española de Opel no llega y el Comité de Empresa de General Motors Europa ha expresado su opinión: la factoría de Zaragoza debe luchar para conseguir la producción del Meriva a largo plazo.

Figueruelas recibe con los brazos abiertos al Meriva
Figueruelas recibe con los brazos abiertos al Meriva

El Comité de Empresa de General Motors Europa ha pedido a los sindicatos de Opel España que lleguen a un acuerdo para que el Meriva se quede en Zaragoza. Klaus Franz, presidente del organismo europeo, ha afirmado que su intención no es meterse “en las competencias de los sindicatos españoles, pero deberían intentar alcanzar una postura común. Así, conservarían la producción del Meriva a largo plazo y se salvarían puestos de trabajo", ha añadido. Los representantes de los trabajadores en la planta de Figueruelas han dividido sus posturas ante la propuesta laboral presentada por la automovilística, precisamente cuando un acuerdo es más necesario que nunca, pues se juegan la asignación del nuevo modelo y, por tanto, el futuro de la planta. UGT, mayoritario en el comité de empresa, y el sindicato de cuadros Acumagme aceptan la contención salarial a partir de 2008 (cuando finaliza el convenio actual) y diversas disposiciones que afectan a la antigüedad y a la flexibilidad. Sin embargo CCOO, CGT y OSTA rechazan estas medidas.Franz ha explicado que el Meriva se produce con calidad y eficacia en Zaragoza. La nueva versión debería seguir en la planta española en 2009 -en lugar de trasladarse a Gliwice (Polonia)-, ya que serían necesarias inversiones más pequeñas y el modelo continuaría cerca de su región de más ventas: el oeste y el sur de Europa. A favor de la factoría polaca juegan sus salarios: 400 euros mensuales y 2.000 horas anuales, frente a los 1.300 euros y 1.694 horas de la fábrica española.Por otra parte, el presidente del Comité de Empresa Europeo ha afirmado que no se pueden aceptar chantajes de la Dirección, ni el plazo límite para lograr un pacto, que finaliza hoy. “Necesitamos más tiempo para llegar a una solución común", ha señalado.Franz también ha asegurado que el organismo al que representa no va a consentir que se reduzcan puestos de trabajo en Figueruelas para que se creen en Gliwice. Si se materializara esta posibilidad, General Motors España haría frente a la peor crisis de su historia, pues estarían en peligro 3.000 empleos directos y 2.000 indirectos.De momento, la empresa ya ha anunciado que va a ser necesario un nuevo plan de reducción de jornadas laborales. Se cerrará ocho lunes, desde finales de octubre hasta la mitad de noviembre, debido al descenso en las ventas que la compañía sufre en Europa.La planta de Figueruelas, que manufacturó su primer vehículo en 1982, tiene una capacidad de producción de 2.000 coches diarios, aunque actualmente ensambla 1.740, debido a la caída de la demanda en los principales mercados europeos.
La plantilla de la factoría llega a los 7.600 empleados. Las instalaciones representan la principal industria de la comunidad aragonesa y ha sido su motor en los últimos 20 años. A su alrededor se ha generado una red de más de 60 empresas. Según Eduardo Bandrés, consejero de Economía de la región, la fábrica de Opel España concentra el 50 por ciento de la balanza comercial de Aragón. La falta de acuerdo sobre las condiciones laborales que debe incluir la propuesta de la compañía para continuar con la fabricación del Meriva ha provocado reacciones en el Gobierno de Aragón. El Ejecutivo regional se ha ofrecido como árbitro entre el comité de empresa y la Dirección de General Motors España: mediaría en las cuestiones referentes a las condiciones laborales y retributivas que son necesarias para asegurarse el ensamblaje del modelo.No todos los sindicatos han aceptado la propuesta de la Administración autonómica: CCOO ha rechazado este arbitraje, ya que, según afirma, su plan es similar al que presentó la empresa en septiembre.A pesar de rechazar los proyectos del consejero de Economía del Gobierno aragonés, Eduardo Bandrés, el sindicato se ha comprometido a presentar medidas “que respondan a las necesidades organizativas del plan".Los sindicatos de las empresas proveedoras de Opel creen que esta mediación es necesaria. Así lo afirman los representantes de UGT en estas factorías, quienes creen que entre las responsabilidades políticas de Bandrés está la defensa activa de todos los puestos de trabajo y el mantenimiento del tejido industrial en la región.