Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.Un nuevo motor se incorpora a la gama Fusion a partir de enero de 2005. Se trata de la mecánica Duratorq 1.6 TDCi de 90 CV, que también incluirá la gama Fiesta. Más adelante te hablaremos de ello. Se trata de un desarrollo de Ford en colaboración con el grupo francés PSA Peugeot Citroën, como lo fue hace unos años el 1.4 TDCi de 68 CV, que ya montan modelos como el Fiesta o el C3. El objetivo de la marca del óvalo es que el Fiesta se posicione dentro del subsegmento denominado “Diesel de alta tecnología", caracterizado por que los coches pequeños ofrecen elevadas prestaciones, flexibilidad y economía a un precio asequible. Lo más importante de esta mecánica, en cuanto a prestaciones se refiere, es la cifra de par motor que entrega desde bajas vueltas. Según anuncia Ford, la cifra máxima de par es de 20,4 mkg a 1.750 rpm, mientras que la potencia máxima se coloca en 90 CV a 4.000 vueltas. Se ha conseguido una importante reducción del peso del conjunto. Para hacernos una idea, diremos que pesa 15 kg menos que el 1.4 de 68 CV y en total no pasa de los 120 kg en báscula. Para el director del programa del motor TDCi, Rashed Khan, “desarrollar un motor Diesel pequeño es hoy en día un gran reto, ya que es un equilibrio crítico entre emisiones, reducción de sonidos, economía de consumo y prestaciones". Pues ese equilibrio del que nos habla Khan se ha conseguido plenamente con la inclusión del propulsor en el modelo Fusion. En el tiempo que tuvimos la oportunidad de conducirlo, comprobamos que la mecánica es todo un acierto. Resulta muy agradable su entrega del par desde bajas vueltas, aunque continua siendo reseñable –como nos ocurrió con el 1.4 de 68 CV, a pesar de ser de menor cilindrada- el elevado y en ocasiones molesto ruido que emite. Precisamente en este punto, los responsables de Ford nos han asegurado que se ha trabajado: se ha reducido, por ejemplo, el movimiento de los cojinetes, gracias a nuevos anclajes, y se ha utilizado piezas de fundición de alta presión de aluminio para amortiguar las vibraciones y asperezas. Bien es cierto que la labor de aislamiento entre el motor y habitáculo se ha solucionado de mejor manera (menos ruido) en el Fusion que en el Fiesta.Los tres acabados disponibles en la gama Fusion reciben esta mecánica. De esta forma tenemos un Trend por 15.460 euros; un Elegance por 16.800 y un Plus por 17.490. El mercado español ofrece así una docena de versiones (contando los cambios manuales y automáticos) en las que se incluyen dos motores de gasolina (1.4 de 80 CV y 1.6 de 100 CV) y dos Diesel (el 1.4 TDCi de 68 CV y el recién presentado 1.6 de 90 CV). El Fusion ya de por sí es un coche equilibrado y esta suave mecánica hace de él una interesante opción a tener en cuenta. El confort de marcha resulta agradable, a pesar de disponer de unas suspensiones algo duras. Si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo destinado a un uso más urbano y menos rácing y que, por su configuración (amplio maletero, espacioso interior, elevada posición de conducción…), su público objetivo es más burgués, podemos asegurar que se trata de una buena opción. Con el motor más pequeño, este Fusion se quedaba “algo corto"; ahora la perspectiva cambia y consideramos que estamos ante una evolución acertada. El 1.6 TDCi está fabricado en aleación ligera de aluminio, monta una inyección common rail de última generación de alta presión, doble árbol de levas en culata y control de acelerador electrónico. Cumple la normativa anticontaminación Euro IV y sus emisiones de dióxido de carbono son de 119 g/km.
Ford Fusion 1.6 TDCi
Los tres coches que hemos conocido conjugan estas tres características, pero cada uno de ellos destaca en un campo. ST es sinónimo de fuerza; Fusion TDCi, de equilibrio y S TDCi, de diversión al volante.
