Ford compra Land Rover

En una rueda de prensa celebrada a las diez y media de la mañana de hoy, viernes 17 de marzo, Joachim Milberg, presidente de BMW, anunció que su empresa venderá a Ford la división de todo terreno Land Rover, perteneciente a Rover

Se esperaba que Milberg confirmase la venta de Rover a la empresa británica Alchemy y la noticia cayó como una bomba: Land Rover, la perla del grupo Rover, pasa a manos de Ford por 3.000 millones de euros, unos 501.000 millones de pesetas. En su declaración ante la prensa, Milberg dijo que la venta de Land Rover se ha decidido después de ver la gran aceptación que ha tenido entre el público el nuevo todo terreno de BMW, el X5. Con este producto de calidad en su gama, los lujosos "off road" británicos dejaban de tener sentido en el grupo.
Jac Nasser, responsable de Ford, asegura que la firma de todo terrenos ingleses es una pieza clave en su estrategia de expansión geográfica y empresarial. "No podemos pensar en un grupo mejor de marcas y productos en el cuatro por cuatro que Land Rover", subraya Nasser. También dijo que esta adquisición encaja perfectamente en su plantel de marcas. Este plantel incluye escudos históricos como Aston Martin, Jaguar, Lincoln y Volvo.
Aunque el acuerdo de pago definitivo no está cerrado, parece que Ford no asumirá ninguna deuda y será BMW quien se haga cargo de ellas. En los últimos días se había asegurado que la casa de Munich retendría Land Rover y Mini. Ahora parece que de todo el grupo Rover sólo ésta última seguirá bajo control germano.
En cuanto al asunto estrella de la semana, la venta de Rover por parte de BMW, ha pasado a un segundo plano tras la rutilante noticia de la operación Ford - Land Rover. Aun así, en la rueda de prensa de esta mañana se han confirmado las negociaciones con la firma inglesa de capital riesgo Alchemy. Esta compañía parece dispuesta a quedarse con Rover y también con MG, aunque ninguna de las dos implicadas, ni BMW ni Rover, han desvelado los términos del posible acuerdo. Sólo ha trascendido que se cerrará la fábrica de Rover en Longbridge y que BMW asumirá las fortísimas deudas de su filial británica. Se ha especulado con la posibilidad de que BMW incluso pague dinero a Alchemy para que se haga con la deficitaria empresa inglesa, con lo que el traspaso será gratis. En el sector causa cierta extrañeza que una marca del prestigio de Rover se deje en manos de una empresa sin experiencia en el mercado del automóvil. Algunas fuentes señalan también que Alchemy rebautizará la marca que ha heredado como MG Car Company, en homenaje a los míticos GM ingleses, integrados en Rover. Milberg también apunta que su empresa ayudará a Alchemy a sacar adelante el modelo 75 de Rover y en todas las actividades en que sea preciso. Dejó muy claro que los clientes de Rover no se quedarán sin el respaldo de BMW.
Por su parte, Jon Moulton, responsable de Alchemy, ha indicado que pretenden recortar empleos y gastos para relanzar la marca y revenderla antes de seis años. MG Car Company producirá pocos coches, menos de 100.000 anuales, y buscará alianzas y asociaciones con otras compañías del sector para comprar motores y piezas.

La casa alemana compró Rover hace seis años y desde entonces ha tenido que invertir casi medio billón de pesetas en salvar un barco que no ha dejado de hacer agua. Ayer, la mayor parte de los agentes sociales ingleses, un indignado Tony Blair incluido, se echó a la calle para impedir la venta de la centenaria firma automovilística. Según los sindicatos, hay más de 30.000 puestos de trabajo en juego. De momento, parece que Mini sí se quedará en BMW, aunque dejará de fabricarse en Birminghan para trasladarse a Oxford.
El presidente de BMW señaló en la rueda de prensa que, una vez soltado el lastre de Rover, su empresa se podrá centrar en sí misma y preparar una nueva gama de coches pequeños de su serie 2. También anunció que sus ingenieros trabajan en nuevos modelos para la parte alta de su gama. Milberg apoyó la venta de la filial en cuatro pilares básicos: sus continuas deudas, la bajada de sus ventas globales, la caída de sus resultados en el mercado inglés, la mala situación de la libra esterlina frente al euro y el dólar (muy cara) y la falta de ayuda del gobierno inglés para afianzar la marca. En la rueda de prensa, los responsables de BMW presentaron sus resultados económicos definitivos correspondientes a 1999. Después de impuestos, BMW ganó 110.000 millones de pesetas. La familia Quant, propietaria mayoritaria de la marca, asegura que no quiere vender BMW y que seguirá apostando por la compañía.
Por otra parte, la Unión Europea sigue sopesando la posibilidad de autorizar una subvención de 40.000 millones que el Gobierno inglés pretende entregar a Rover.