Aprobado hace unas semanas por el Gobierno, el PEIT va desgranando poco a poco sus secretos. Hoy, el diario Expansión explica que una de las medidas ocultas entre los muchos artículos del plan es la implantación de una tasa, un peaje, que los camiones paguen por utilizar las carreteras. El dinero recaudado servirá para construir nuevas infraestructuras.
La idea no es tan clara, sino que se esconde detrás del párrafo que dice que una de las prioridades es “la revisión de la fiscalidad en el transporte por carretera y el desarrollo del marco legal (…) que posibilite la introducción de sistemas de tarificación ligados a la utilización de la red". La información del diario Expansión señala que esta propuesta debería funcionar a partir de 2009.
La filosofía de esta medida es que aquellos que provocan mayor desgaste en las infraestructuras y en el medio ambiente paguen más. Así, este tipo de peajes estaría ligado a costear los problemas derivados de las congestiones de tráfico, la contaminación y el excesivo deterioro de las carreteras.
Con el dinero recaudado, además, se suplirían los fondos de cohesión europeos, que van desapareciendo poco a poco a medida que España pasa a ser un país donante y no un país receptor dentro de la Unión Europea.
Es, más o menos, lo que ha hecho Alemania con su polémico peaje para camiones, que acaba de entrar en funcionamiento.La propuesta que el Gobierno socialista ha incluido en el PEIT no es nueva. Ya rondaba por el Ministerio de Fomento en la anterior etapa de gobierno del PSOE, cuando Josep Borrell era ministro del ramo.
Después, con la llegada del PP al poder, el proyecto fue retomado por sus técnicos y, ahora, Magdalena Álvarez ha rescatado la idea.Además, la Unión Europea también ha unido este planteamiento a sus políticas a raíz de que Alemania implantara su peaje. En abril, la Comisión Europea recomendó que se “fomenten los sistemas de tarificación en los que los costes vinculados a la utilización de las infraestructuras se reflejen en el precio que paguen los usuarios por el transporte".Como cabía esperar, el sector del transporte no se ha tomado nada bien la idea de Fomento. En un mercado que trabaja con tarifas y márgenes muy ajustados, cualquier incremento de los costes supone un daño grave. Además, tal y como está el precio de los combustibles, no parece un momento oportuno para plantear nuevos pagos.
Por si fuera poco, encarecer de esta forma el transporte acabaría repercutiendo en la inflación. Expertos citados por Expansión hablan de una subida del 0,05 por ciento en el IPC.