Durante las tres últimas décadas del siglo pasado, la moda dentro de los coches impuso una modalidad denominada faros escamoteables, que contaba con un mecanismo de funcionamiento especialmente atractivo, sirviendo de modelo a vehículos que protagonizaban películas y vídeos de aquella época.
Con el paso del tiempo, este icono fue perdiendo fuerza como elemento estético e innovador. Al parecer, ya no resultaba curioso el modo en que estos faros se ocultaban en la carrocería del coche durante el día, para salir por las noches. ¿Qué sucedió con su popularidad e impacto en la sociedad?
¿Qué son los faros escamoteables?
Si no los conociste con este nombre, tal vez hayas oído hablar de ellos como “pop-up”. Este término se refería al mecanismo que desplegaba las luces de los vehículos al abrirse camino entre el capó del coche o el parachoques.
Fueron incorporados por primera vez a la estructura del Cord 810, en el año 1936, pero su verdadera fama se alcanzó entre los años 70 y 80, cuando los fabricantes empezaron a competir por introducir el mecanismo más innovador y original.
Se consideraba que añadían un toque dramático a la estética de los coches, siendo esta la principal razón de su atractivo.
Razones de la desaparición de los faros escamoteables
Técnicamente, la razón de su desuso no fue porque pasaran de moda o porque surgieran sistemas de iluminación más avanzados, la verdadera razón está vinculada a prohibiciones legales impuestas a partir de los primeros años del siglo XXI, por considerarse elementos de alto riesgo para el tráfico.
Ocurre que, al emerger del interior del capó, la configuración de estos faros sobresalía del resto de la estructura, lo que podría incrementar el riesgo en caso de accidentes, debido a sus aristas duras y rectangulares.
Otra desventaja que presentaban estos faros era su caro mantenimiento y reparación debido a su mecanismo basado en motores eléctricos, además del excesivo peso que añadían a los coches y que era responsable de las averías técnicas que casi siempre terminaban afectando al funcionamiento del vehículo.
Finalmente, al ser un elemento innovador, raro o poco común, la cantidad de mano de obra cualificada y repuestos en el mercado se reducía a la hora de realizar trabajos de revisión y arreglos.
¿Hay alguna posibilidad de ver faros escamoteables hoy en día?
La tecnología moderna se inclina por la incorporación al diseño de los coches de sistemas de luces más seguras y eficientes, que cumplan con la normativa vial vigente. Salvo el caso de la conservación original de las piezas de un coche clásico, no es probable que veamos de nuevo los faros escamoteables en vehículos actualizados.
Coches icónicos con faros escamoteables
Es sorprendente cómo, lo que en su día era, un diseño vanguardista y novedoso de iluminación haya caído en desuso de forma tan determinante cuando, en el pasado, vehículos como el Mazda MX-5 y el Ferrari Testarossa se distinguían por llevar incorporados a su estructura los faros escamoteables.
Aunque representaron una característica fascinante de la industria, aportando tanto estilo como funcionalidad durante varios años, irremediablemente este sistema de luces cayó en desuso, obligando a fabricantes y diseñadores a trabajar por mejores y más seguros sistemas de iluminación, menos costosos y más fáciles de mantener y reparar.
