Si has seguido los consejos que te hemos ido dando durante las semanas de confinamiento respecto al mantenimiento de tu vehículo, seguro que has estado encendiéndolo cada cierto tiempo para evitar que la batería se agote, dejándolo arrancado durante varios minutos y lo habrás desplazado unos centímetros para evitar la deformación de los neumáticos. De esta forma, te habrás adelantado a cualquier problema que te pueda haber dado la batería o los mencionados neumáticos.
Sin embargo, a pesar de ello, tu coche puede haber sufrido algún problema y tú no haberte dado ni cuenta. Y ya no digamos si tu vehículo ha estado parado durante varias semanas. Por ello, antes de la vuelta a la normalidad, que implica volver a usar tu vehículo como lo hacías antes, es necesario hacer unas comprobaciones básicas. Más aún si está próxima una visita a la ITV, cuyas estaciones reabrirán próximamente.
Esta vez, los consejos nos los trae TÜV SÜD, quien vuelve a poner el foco en batería y neumáticos como los “elementos más afectados tras el estacionamiento prolongado". Parten además de la premisa que puede haber muchos conductores que, debido a sus pocos conocimientos sobre el funcionamiento y el estado del vehículo, se den ciertos problemas que no sean detectados por ellos, con el riesgo y peligro que ello implica.
Qué hacer cuando vuelvas a coger el coche
Por eso, antes de volver a coger el vehículo después de estar varias semanas parado, es necesario hacer unas comprobaciones básicas de batería, neumáticos, líquidos, sistema de frenado y climatización. Echa un vistazo a los neumáticos para comprobar que todo está en orden, aunque parte de la comprobación lo harás a posteriori. Arranca el vehículo y déjalo unos 5 minutos parado antes de reemprender la marcha; si no lo hace, ya sabes que el problema es, seguramente, la batería.
Una de las primeras comprobaciones debe ser la de las presiones de los neumáticos: asegúrate ponerlas en los valores adecuados antes de realizar cualquier desplazamiento, ya que hacerlo con poca presión, tras mucho tiempo parado, puede ser peligroso. En conducción, estate atento a cualquier vibración que pueda estar dirigido desde las ruedas, ya que si se han deformado pueden provocar este factor.
TÜV SÜD te pide estar también atento a posibles fugas de líquido refrigerante: “serán especialmente común en los coches de mayor antigüedad, por ejemplo, a través de la bomba refrigerante". Respecto a los frenos, lo podrás comprobar en marcha, tomando las máximas precauciones: “debemos prestar atención a cualquier ruido anómalo o alargamiento de la frenada", lo que podría ser una muestra de “oxidación" o de “agarrotamiento" del sistema.
Una de las cosas que más deberíamos valorar tras volver a la normalidad es la de lavar y desinfectar nuestro coche a conciencia, lo que podría implicar también realizar un tratamiento especial para el interior, con el fin de eliminar cualquier bacteria o virus que haya podido quedar en el habitáculo. Sería recomendable también, según TÜV SÜD, sustituir el filtro del habitáculo.