Los meses de verano traen consigo las altas temperaturas en todo el país, lo que provoca que en grandes viajes con nuestros coches se produzcan pequeñas discusiones dentro del habitáculo porque los pasajeros traseros tienen más calor que los delanteros. Para intentar de aplacar los ánimos, hoy recogemos las recomendaciones de La Vanguardia para intentar conseguir que la temperatura sea lo más uniforme posible.
Por suerte para todos los usuarios, el aire acondicionado es una tecnología que ha pasado de ser un extra dentro de los coches a convertirse en un auténtico imprescindible. Tanto es así que pocos coches del mercado son los que no lo ofrecen desde su acabado de acceso. Y por encima, muchas veces en el siguiente nivel, aparece el climatizador, que mejora el rendimiento del anterior con sus funciones automáticas.

Esta herramienta nos es muy útil para mantener una temperatura de confort dentro del habitáculo del coche tanto en invierno como ahora en verano. Y precisamente en estos meses, como siempre nos recuerdan desde la Dirección General de Tráfico (DGT), lo ideal es ajustar la temperatura entre los 22 y los 24 grados.
¿Hacia dónde dirigir el difusor de aire acondicionado?
Con la temperatura ajustada en los niveles recomendados llega el momento de colocar de una forma correcta los difusores del aire acondicionado o el climatizador. Lo normal que suelen hacer los conductores y los copilotos es orientar el flujo hacia sus cuerpos para intentar aliviar su calor lo antes posible. Esta práctica lo único que provoca es que se creen dos zonas con temperaturas diferentes, siendo más altas en la parte trasera.

¿Qué pasará entonces? Pues que los ocupantes de las plazas traseras se van a empezar a quejar y con razón. Porque si bien algunos coches modernos también incluyen tomas en la parte posterior o climatizador propio, no suele ser lo más habitual.
Lo recomendable en estos casos es que se orienten las tomas de aire hacia el techo para intentar repartir el frío de una manera más proporcional por todo el habitáculo. Al final es una cuestión de física, pues ese aire frío es más denso lo que provoca que caiga hacia el suelo y si en la parte delantera hay menos temperatura se irá repartiendo por el resto del coche.
En estos casos también es bastante recomendable activar la función de recirculación del aire dentro del coche. Dependiendo del modelo lo podremos activar mediante un botón o en el menú específico de la pantalla multimedia, ahora que varios modelos han ubicado esta función en dicho elemento. Con ello conseguiremos que el frío circule continuamente dentro, optimizando su funcionamiento.