El presidente de Santana, Salvador Durbán, este viernes la plantilla de la empresa debe quedarse reducida a 631 trabajadores y las 390 personas restantes podrán acogerse al plan de bajas incentivadas o pasar a una de las empresas privadas que han asumido las líneas de negocio de las que se ha deshecho el fabricante. Esta decisión está tomada en firme y, según Durbán, con o sin acuerdo con los sindicatos se llevará acabo.
Por supuesto, los representantes de CC.OO., en el Comité de Empresa de la factoría andaluza han dejado claro que, si se aplica el plan antes de cerrar el acuerdo, "la batalla está servida".
A la vista de estas declaraciones, no parece que el acuerdo vaya a llegar esta misma tarde. El problema que parece haber hecho estallar las conversaciones ha sido la propuesta de los sindicatos para que en caso de que Santana plantee futuros planes de prejubilaciones, los empleados que hayan sido traspasados a otras empresas también puedan acogerse a esta posibilidad.
La propuesta, que según los sindicatos está prevista desde el principio de las negociaciones, no ha sido del gusto de los representantes de la compañía, que afirman que se trata de una nueva reivindicación, que califican de "inadmisible, excesiva y desproporcionada".
La reunión de ayer, miércoles, se iba a centrar en los aparentemente dos últimos puntos pendientes. El primero trataba sobre el compromiso de la Empresa a que, en caso de despido improcedente de los trabajadores traspasados, la Junta asumiera la cobertura social (de 45 días por mes trabajado) de un tres por ciento de las personas que pudieran estar afectadas. El segundo punto previsto para ayer era el de que los trabajadores que se fueran a las otras empresas pudieran mantener las condiciones salariales que tenían en Santana y que, en caso contrario, pudieran cambiar a otra empresa que igualara estas condiciones. Este punto parecía solucionado, ya que de las 9 compañías que asumirán las líneas de negocio de Santana que se han traspasado sólo hay una que no cumpla estas condiciones, lo cual significa que de los 420 empleos que se ofertan sólo 69 incumplen estas condiciones.
La propuesta de las prejubilaciones, que ha bloqueado las negociaciones, está respaldada sólo por Comisiones Obreras, ya que UGT se echó para atrás en el momento en que los representantes de la Empresa endurecieron su postura en este punto. Es más, el presidente de Santana afirma que este punto debería ser transmitido a las federaciones del Metal de los sindicatos y que no piensa acceder a más retrasos para la aplicación del PAS.
Desde CC.OO., se insiste en que el ultimátum dado por Santana no tiene sentido ya que aún faltan dos líneas de montaje por adjudicar, con lo que aún quedan 240, de los 390 trabajadores excedentarios, sin destino establecido.
Por último, ayer se repitieron las movilizaciones de los empleados de Santana. En esta ocasión, cortaron durante media hora la N-IV en el kilómetro 280, a la altura de Guarromán (Jaén)