Las cifras no engañan. Cada año en España casi 100 personas fallecen en accidente de tráfico por no llevar puesto el cinturón de seguridad o un sistema de retención homologado. Así lo muestran las últimas estadísticas de la DGT, que aseguran que nada menos que el 23% de los fallecidos en carretera a bordo de un turismo o una furgoneta no hacían uso de estos dispositivos.
Para seguir concienciando a la población, la Dirección General de Tráfico ha iniciado esta semana una nueva campaña de vigilancia y control de estos sistemas de seguridad, pidiendo al mismo tiempo la colaboración de las policías locales. Se trata de una acción coordinada con otros organismos europeos, que busca poner freno a este disparate.
La campaña se efectuará con medios personales a través de la Guardia Civil de Tráfico, así como de drones y helicópteros, para vigilar quién usa o no usa el cinturón de seguridad con objetivo de multar a quien no lo haga. Sin embargo, la DGT también ha confirmado el control automatizado.
225 cámaras que emitirán multas
En concreto, serán 225 cámaras ubicadas ya en carretera, con el 60 por ciento en vías convencionales y el 40 por ciento en las de alta ocupación, las que vigilarán automáticamente las carreteras. Estas cámaras, según informa la propia DGT, “al igual que con la velocidad, está preparadas para comprobar el uso adecuado del mismo y, en caso de no llevarlo abrochado, genera una denuncia que le llegará al titular del vehículo".
Aprovechando esta campaña, DGT ha explicado los motivos que obligan sin duda a llevar puesto el cinturón de seguridad (puedes verlo en la imagen que hay sobre estas líneas), además de anunciar que ya está trabajando en el borrador de modificación de la Ley de Permiso por Puntos, para aumentar el número de puntos a restar por no llevar este sistema de seguridad: pasaría de 3 a 4 puntos.
Según los últimos datos del proyecto ESRA (Encuesta sobre Actitudes de los Usuarios de la Vía), el 80 por ciento de los españoles asegura haber utilizado el cinturón de seguridad como conductor durante la conducción en el último año, mientras que un 81 por ciento reconoce utilizarlo como pasajero en el asiento delantero del coche y el 70% como pasajero en los asientos traseros. Increíble que a estas alturas no sea la tasa del 100%, teniendo en cuenta las vidas que llega a salvar.