Viajar en coche es más caro en España que en la mayor parte de Europa. Esta conclusión es a la que podemos llegar tras un estudio realizado por Northgate Renting Flexible, cuya matriz británica ha llevado a cabo un estudio en el que han analizado las carreteras de peaje de nuestro continente y el precio que cuesta circular por ellas.
Seguramente para los usuarios de la AP-68 no será ninguna sorpresa pero esta carretera de peaje que une Zaragoza y Bilbao y tiene 295 kilómetros es la vía de pago más cara de nuestro país y la cuarta más costosa de toda Europa. En concreto, hablamos de un coste por turismo de 32,72 euros. Es decir, el coste por kilómetro para un automóvil es de 0,11 euros.
La comparación con otras vías de pago de Europa es sorprendente. La más cara es la carretera que une París y Marsella, en la que se debe desembolsar 58,31 euros para recorrer sus más de 700 kilómetros. Le sigue la Autoestrada A-1, la carretera que une Milán y Nápoles, con un coste de 56,21 euros para sus 754 kilómetros. La tercera posición, justo por encima de la española AP-68, es la que une Bodø y Oslo, un recorrido de más de 1.000 kilómetros y un coste de 50,07 euros. Cualquiera de ellas se queda muy por debajo de los 0,11 euros por kilómetro que cuesta la AP-68.
España, una posición desfavorable
Si hablamos de transporte pesado, esta carretera de peaje, también conocida como la autopista vasco-aragonesa, cae a la octava posición entre las más costosas de Europa, aunque se mantiene como la vía de pago más cara de España. En este caso, el transporte pesado debe pagar 59,34 euros, muy lejos de los 338,45 euros que cuesta ir desde París hasta Marsella con un vehículo de estas características.
Además, la situación de España es más problemática si cabe, teniendo en cuenta que nuestra renta per cápita es peor que cualquiera de los países mencionados, tanto Francia como Italia o Noruega. Además, este dato se repite con Reino Unido y Alemania, países con autopistas de peaje a 7,32 y 5,32 euros, respectivamente. Por último, uno de cada cuatro países de europa no cuenta con vías de peaje dentro de sus fronteras.