Apunta la fecha: 2024. Hasta sus inicios, como pronto, no se recuperará el sector del automóvil de los problemas de suministro y producción causados por la llamada crisis de los semiconductores, componentes electrónicos esenciales para el funcionamiento de los coches actuales y que, a raíz de la pandemia del Covid-19 y de sus restricciones y confinamientos, ya no se producen en cantidades suficientes para recuperar el aumento de la demanda mundial.
A consecuencia de este grave problema industrial, los fabricantes no han podido (ni aún pueden) producir suficientes coches, generando como conclusión el retraso en la mayoría de plazos de entrega y el aumento de los precios de casi todos los vehículos. Un problema, como siempre, termina causando otros varios a su alrededor. Ante esta realidad, la industria hoy se pregunta cuánto tiempo más se retrasará esta grave crisis y cuándo podremos recuperar la normalidad.
Los grandes expertos europeos del automóvil no son demasiado optimistas y prevén que la solución no llegará por ahora, ni tan rápido como inicialmente se preveía. En una entrevista concedida al prestigioso medio francés Le Parisien, Carlos Tavares, director general del gigante Stellantis, reconoce ahora que “la situación seguirá siendo muy complicada hasta finales de 2023, luego se relajará, en particular porque el mercado de la electrónica de consumo cae un poco”.

Hasta 2024 no recuperaremos la normalidad
Según las propias palabras de Tavares, el problema es ya estructural y aún “lejos de resolverse”, por lo que habrá que esperar hasta 2024 para ver los primeros efectos reales en el mercado y el fin definitivo de la escasez de semiconductores. Los coches, solo entonces, comenzarán a acortar los plazos de entrega y, tal vez, los precios terminen bajando y estabilizándose.
No solo Carlos Tavares se muestra escéptico ante el fin del problema; en la misma entrevista a Le Parisien, otro de los grandes actores de la industria europea, en este caso Luca de Meo, director general de Renault, ha asegurado que con la pandemia de Covid “cambiaron las previsiones de demanda de semiconductores. Y como la gente se quedaba en casa, compraba a su vez más ordenadores, PlayStations etc.. La industria de los semiconductores se ha adaptado y centrado en productos de alto valor añadido para el mercado de la electrónica de consumo”.

Los automóviles, menos rentables para los productores de chips
El problema actual que trasluce de fondo es, como sugiere Luca de Meo, que para los fabricantes de semiconductores los automóviles no son tan rentables como las computadoras, por ejemplo. No hay forma así de obtener en el mercado la cantidad de chips necesarios, y de ahí la crisis actual.
Para Carlos Tavares, además, las iniciativas que han tomado tanto la Unión Europea como Estados Unidos pare reubicar la producción de chips darán eventualmente sus frutos y terminarán “inundando el mercado de semiconductores”. Eso sí, para ello, se necesitarán también “al menos 3 años… o en 2025 como muy pronto”. Es lo que hay a día de hoy.