El Parlamento de Cataluña ha aprobado por unanimidad la ley de Protección contra la Contaminación Acústica que dará la potestad a los ayuntamientos de la región de imponer multas por el exceso de ruido en la calle.
De esta manera, aquellos automóviles y motocicletas demasiado rumorosos, concretamente aquellos que tengan silenciadores ineficaces, inadecuados o deteriorados, pueden ser multados con cantidades que van desde los 900 a los 120.000 euros (entre 150.000 y 2 millones de pesetas). Si existe reincidencia, las sanciones se consideran muy graves y pueden elevarse hasta los 300.000 euros (50 millones de pesetas).
La ley obliga también a los consistorios catalanes a realizar mapas sónicos de sus poblaciones y a establecer los niveles máximos de ruido admisibles en cada zona. Según esta normativa, las localidades deberán dividirse en tres zonas sónicas: las zonas de protección alta (áreas residenciales y tranquilas) admitirán 60 decibelios (dB) de día y 50 de noche, las zonas de protección media (áreas comerciales) establecen como nivel máximo de ruido los 65 dB de día y los 55 de noche y las zonas de protección baja (áreas industriales) permitirán hasta 70 dB de día y 60 de noche.