El Polo ha “crecido", presentando en esta cuarta generación unas dimensiones mayores que las del modelo actual, al que sobrepasa en 154 mm, acercando la longitud de la nueva versión a los 4 metros.
Con una estética derivada del Lupo, el nuevo Polo llegará al mercado (inicialmente) con dos motores de gasolina y uno Diesel. El modelo básico presentará un propulsor de 1,2 litros y 3 cilindros, con 65 CV, mientras que si se desea una mayor potencia, lo mejor será elegir la versión de cuatro cilindros, que cuenta con 75 CV, al igual que el motor TDI.
Con el fin de cubrir el mayor abanico posible de opciones, en enero de 2002 llegarán cinco nuevos motores, entre los que habrá un propulsor de gasolina con cuatro cilindros, 85 CV e inyección directa. Para aquellos que no deseen (o no necesiten) tanta potencia, se incorporará un motor de tres cilindros, con 55 CV.
El nuevo Polo estará disponible en cuatro acabados: Basis, Trendline, Comfortline y Highline. Todos ellos cuentan con el mismo equipamiento de serie, que incluye ABS, dirección asistida, airbags laterales, de conductor y de pasajero y cuatro reposacabezas.
Este equipamiento puede completarse con las diferentes opciones, que han sido enfocadas hacia la seguridad, incluyendo ESP y un sistema hidráulico de asistencia a la frenada (conocido como HBA), que incrementa la presión sobre los frenos, reduciendo así la distancia empleada en detener el vehículo.
Pensando en los clientes con descendencia, el nuevo Polo también ofrece como opción un asiento para niños integrado en las plazas traseras. Con este sistema, único en su segmento, se facilita la tarea de poner el cinturón a los más pequeños, que no tendrán que depender de un asiento móvil.
La planta de Landaben fabricará el nuevo Volkswagen Polo La factoría que la firma alemana posee en Landaben (Navarra) recibirá una inversión de 400 millones de euros (66.554 millones de pesetas) para la fabricación del nuevo Polo, cuya producción se ha iniciado esta semana.
Las inversiones de naturaleza industrial para este modelo suman 58.235 millones de pesetas. El resto (8.319 millones) se destinará a un taller de prensas, cuya instalación ha sido provocada por las necesidades de fabricación del Polo, aunque también se utilizará en la producción de otros vehículos de Volkswagen.