Pocas horas después de presentar su batería de medidas para formar un gobierno de coalición con Podemos, el Partido Socialista elimina la prohibición de vender turismos y comerciales con emisiones directas de dióxido de carbono en 2040. A cambio se contempla la adopción de “medidas necesarias" para que no más tarde de esa fecha ambos tipos de vehículos tengan unas emisiones de cero gramos de dióxido de carbono por kilómetro.
En la primera versión de este artículo se reflejaba una prohibición rotunda, “Prohibiremos a partir de 2040 la venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono". En la segunda versión ya no aparece la palabra prohibición ex profeso. “En desarrollo de la estrategia de descarbonización a 2050, adoptaremos las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0gCO2/km.
También menciona en el artículo una voluntad de trabajo con el sector “a tal efecto, se trabajará con el sector y se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, que incluirán medidas de apoyo a la I D i". Esta modificación sí va en línea con las últimas actuaciones de la ministra de Industria, Reyes Maroto, más partidaria de hacer una transición ordenada hacia la movilidad limpia.
Por otro lado, la postura desde la Unión Europea sobre la ilegalidad de estas medidas es clara. Así lo muestra la respuesta de la Comisaria Europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, ante la pregunta del Parlamento danés sobre la legalidad de la aplicación una posible prohibición de importación y comercialización de nuevos automóviles de gasolina y diésel en aquel país. En ella, la Comisaria afirmaba textualmente que “según la legislación vigente de la Unión Europea, una prohibición completa de la comercialización, importación o registro de automóviles nuevos de gasolina y diésel en un Estado miembro no es compatible con la legislación de la UE".
Sí contempla, sin embargo, que los Estados miembros tienen la posibilidad de restringir el acceso de los automóviles con motores de combustión a los centros urbanos según los criterios de la legislación de emisiones de la UE, por ejemplo, la Directiva sobre techos nacionales de emisión o las Directivas sobre calidad del aire ambiental. Nueve Estados miembros lo han hecho.