El acuerdo de Firestone, la decisión menos mala

El acuerdo judicial al que ha llegado Firestone con la familia Rodríguez no sólo ha supuesto el pago de una indemnización estimada de 7,85 millones de dólares (1.428 millones de pesetas), sino también que se abra la espita de nuevas demandas contra el fabricante de neumáticos. Mientras tanto, Ford ha sido la más beneficiada.

Una decisión que tenía todos los visos de perjudicar tanto a Firestone como a Ford estaba a punto de tomarse. El jurado vivía su cuarto día de deliberaciones y la opinión pública estadounidense se mostraba impaciente por conocer un veredicto que, de seguro, hubiera sentado jurisprudencia y hubiera fijado una indemnización mínima.

Sin embargo, en el último minuto, los abogados de Firestone llegaron a un acuerdo con los Rodríguez. Esta familia, de origen hispano, reclamaba una indemnización de 1.000 millones de dólares (182.000 millones de pesetas) por los daños sufridos por Marisa Rodríguez (quedó paralítica) en un accidente en un Ford Explorer que montaba neumáticos Firestone. Al final, el precio pagado fue de 1.428 millones de pesetas.

Ford se había ahorrado el calvario del juicio llegando a un acuerdo prejudicial con los Rodríguez por el que pagó 1.100 millones de pesetas. Firestone, siempre alegando su inocencia, sólo ha tenido que claudicar ante la evidencia de una decisión en su contra.

Ford, a pesar del acuerdo prejudicial, también era parte importante en el proceso, ya que el juez del mismo, el magistrado Filemón Vela, había solicitado a los miembros del jurado que valorasen también la posible responsabilidad de Ford en el accidente. Firestone había basado su defensa en el continuo ataque a la marca del óvalo. La marca de neumáticos sostenía que el diseño del Explorer era defectuoso y que las presiones que recomendaba para las cubiertas eran incorrectas, con lo que la seguridad se veía comprometida.

El acuerdo logrado por Firestone no supone, sin embargo, una solución buena para Firestone, ya que se prevé una nueva avalancha de demandas contra el fabricante de cubiertas con el fin de lograr la misma suerte que los Rodríguez.