Dimite el presidente de DaimlerChrysler

Es uno de los directivos mejor pagados de Alemania, acaba de solucionar las últimas “patatas calientes" que arrastraba su compañía y tenía todavía por delante tres años al mando de DaimlerChrysler. Sin embargo, y por sorpresa, Jürgen Schrempp ha anunciado su dimisión.

Dimite el presidente de DaimlerChrysler
Dimite el presidente de DaimlerChrysler

En el comunicado oficial de DaimlerChrysler no se explica el por qué. De hecho, la prensa alemana todavía no acaba de creérselo. En realidad, Schrempp se va con los deberes muy bien hechos y su contrato no finalizaba hasta abril de 2008. Ya se había saneado Chrysler, se habían desligado por completo de Mitsubishi y, por fin, en Alemania había empezado a funcionar los peajes a la carta para los camiones, un pionero sistema elaborado por DC. Schrempp tiene 60 años de edad y tampoco ocupará la presidencia del consejo de vigilancia de DaimlerChrysler, una especie de prejubilación de oro que se aplica en las empresas alemanas para aquellos presidentes que abandonan su cargo. A partir de ahora, la jerarquía de DaimlerChrysler queda encabezada por Dieter Zetsche, actual presidente de Chrysler. El cargo de Zetsche será a su vez para el estadounidense Thomas LaSorda. Jürgen Schrempp sólo ha tenido un patrón: Daimler-Benz. Comenzó a trabajar en un concesionario de esta firma en su Friburgo natal, donde se formó como mecánico y, posteriormente, como ingeniero. Después pasó a Stuttgart (también en Alemania), Sudáfrica y Ohio (EE.UU) y, en todos estos escenarios, destacó por su mano dura y por sus llamativas gafas. Afirma tener varias monturas distintas, que combina según el interlocutor con el que tenga que tratar: lleva gafas cuadradas y afiladas en sus reuniones con el comité de empresa, se pone unas lentes algo redondeadas para hablar con los ejecutivos de la compañía y elige un modelo más austero cuando se dirige a los accionistas.Schrempp pasará a la historia de la automoción por haber protagonizado una de las mayores fusiones empresariales de todos los tiempos. En 1998, Daimler-Benz se unía a Chrysler para crear DaimlerChrysler (DC), el tercer grupo mundial del sector por cifra de facturación. La prensa alemana no ha sido especialmente amable con él. Le apodaban Rambo por su mano dura con los sindicatos. Por eso, siempre que la compañía negocia planes de saneamiento, los trabajadores recuerdan que –según se cree- él tiene unos ingresos anuales de más de 7,5 millones de euros. Y siguiendo con la rumores. Alemania tampoco le ha perdonado una una salida nocturna con su secretaria y una botella de vino en la Piazza di Spagna romana.Aunque DC ha asegurado que Schrempp “ha solucionado los problemas más importantes de la empresa", los analistas y la Asociación Alemana de Protección a los Accionistas califican su salida como “una liberación" para la empresa. Sobre todo, si tenemos en cuenta, que su sucesor es un hombre muy valorado por su gestión en Chrysler, a la que consiguió salvar de los números rojos. Dieter Zetsche se pondrá a los mandos de DC a principios de año y se espera de él un incremento de los beneficios. La Bolsa ha recibido su nombramiento y las acciones de la compañía se han disparado en las últimas horas. Los analistas germanos aseguran que Zetsche es un excelente conocedor del negocio automovilístico. Cuenta con la bendición de su antecesor: Schrempp cree que lo hará bien, ya que es “un renombrado conocedor de la compañía, es divertido y goza de gran credibilidad". Zetsche también era un hombre "made in Daimler". Cuando se puso al frente de la compañía, se trasladó a Detroit con el ánimo de ganarse a la gente: come en las cantinas, se pasea por las cadenas de montaje y, lo que es más importante, ha llevado a cabo uno de los procesos de saneamiento más importantes de la historia de la automoción.