A lo largo del tiempo, los conductores según van pasando los años dejan de controlarse la vista. Así de contundentes son los datos que presenta la asociación Visión y Vida, que alerta que con el tiempo siguen produciéndose cambios de graduación y que más del 20 por ciento de la población decide no actualizar sus gafas ni comprobar de nuevo su agudeza. Y, claro, las consecuencias al final se pagan.
Hay relación entre la mala visión y casi 6 de cada 10 accidentes
Según datos de la DGT, más de un millón de conductores no debería conducir porque su agudeza visual es inferior a 0,5, el límite legal, y lo hacen habitualmente en cambio con deficiencias visuales. Además, hasta 3,5 millones de conductores podrían mejorar sus condiciones, simplemente revisando su visión y actualizando su graduación, en muchos casos incorrecta.
Toda esta realidad provoca que, según algunos estudios europeos, existe sin duda un vínculo causal en las carreteras entre mala visión y el 59 por ciento de los accidentes de tráfico, reducible con una buena visión que acortaría los tiempos de reacción de muchos conductores. No hay que olvidar que el 90 por ciento de la información que recibimos al volante es visual, aunque la mayoría de conductores no lo tenga en cuenta y presente a diario.

Las gafas premontadas, muy populares, están prohibidas para conducir
Sin embargo, el problema no llega solo al conducir con mala graduación o deficiencias visuales, sino también, mayoritariamente incluso, con gafas incorrectas que generan importantes riesgos en la conducción. Y, en este sentido, el propio presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina, ya advirtió hace tiempo en la revista de la DGT, y sin demasiada repercusión años después, del peligro que supone ponerse al volante como miles de conductores con las denominadas gafas premontadas.
Según avisa el experto en visión, y recoge la revista de la DGT, “las gafas premontadas están prohibidas para conducir y deben llevar obligatoriamente una pegatina que lo indique”. El problema, directamente, es que “no corrigen la visión de lejos”. Ahora bien, ¿cuál es la razón exacta de esta prohibición y cuáles son exactamente las gafas premontadas?
Las gafas premontadas son un producto que se ha popularizado enormemente en los últimos años entre la población por su precio económico y su facilidad para adquirirlas, incluso en farmacias y otros establecimientos no oftalmológicos. Consideradas una gran solución si nos hemos ido de viaje y hemos olvidado las nuestras o para casos puntuales de actividades a distancias muy cortas, como puede ser coser, por ejemplo, el problema es que no son gafas en sí, sino en realidad son lupas montadas en una gafa con el peligro que ellos conlleva.

El peligro de usar gafas premontadas
Este tipo de gafas no respeta las medidas de montaje de nuestros ojos creando un sistema óptico descentrado, se venden sin un control optométrico adecuado y el gran problema es que tienen siempre una graduación prestablecida y la misma además por ojo, cuando el conductor no tiene por qué tener en realidad esta misma graduación. El peligro se acentúa en casos de presbicia complicadas con astigmatismo, donde no son capaces además de ofrecer una calidad de visión óptima.
Por todo ello, las gafas premontadas son lentes que deberían ser de uso exclusivo de cerca como consecuencia de vista cansada, pero no se pueden usar para conducir, ni para realizar cualquier actividad de lejos, ni como gafa de sol o de protección.
¿#SabíasQue las gafas premontadas (o pregraduadas) están prohibidas para conducir?
— Un policía local de Granada 2.0 (@Policia_Granada) July 24, 2018
“Existe un vínculo casual entre la mala visión y el 59% de los accidentes de tráfico”
Vía @DGTes https://t.co/Metd3ucG7S pic.twitter.com/n97Now2HtS
Como puedes ver también en el post que reproducimos sobre estas líneas, incluso la Policía advierte a menudo sobre la prohibición de usar estas gafas premontadas para conducir. Tienes que concebirlas solo como una solución de emergencia para ver de cerca con vista cansada producida con la edad, pero conviene siempre recurrir a especialistas para que te ofrezcan el producto que mejor se adapta a tu realidad. ¡Avisados estáis!