La actuación tuvo lugar en la tarde de este miércoles en la A-92, sobre las 20,15 horas, después de que una patrulla de la Guardia Civil le diera el alto a una furgoneta a la altura del kilómetro 282, en el término municipal de Darro, para controlar su peso y su conductor. Aunque en un primer momento aminoró la marcha y entró en el carril de desaceleración, al llegar junto a los guardias aceleró y huyó en dirección a Almería.
Los guardias civiles salieron tras la furgoneta a la vez que otras patrullas de la zona montaban de forma inmediata un dispositivo para interceptarla. En la huida, mientras el conductor ponía la furgoneta a 180 kilómetros por hora, el acompañante sacaba el extintor por la ventanilla y rociaba a los guardias civiles motoristas que los perseguían primero, y les arrojaba el extintor vacío después.
La persecución finalizó pocos minutos después en la salida de Benalúa en donde ambos abandonaron la furgoneta y huyeron a pie. La Guardia Civil consiguió darle alcance al conductor y tras comprobar que el vehículo abandonado iba cargado con 52 fardos de hachís, y que además iba equipado con las matrículas de un turismo Nissan Almera robadas en Cádiz, fue detenido por los delitos de tráfico de sustancias estupefacientes y falsificación de placas de matrícula. El detenido y la droga han sido puestos a disposición del Juzgado de guardia de Guadix.