Hay averías... y averías. Algunas en los coches no pueden ser detectadas y surgen repentinamente. Pero otras pueden de manera algo más sencilla evitarse e incluso preverse, con unas nociones básicas de mecánica y unos consejos mínimos que nos permitan preveerlas.
El caso de una de las averías más temidas, las que se ocasionan en los inyectores del coche y que suponen, cada año, facturas de más de 1.000 euros a centenas de conductores en España. Con la función de inyectar el combustible exacto, en el momento preciso y con la cantidad justa de pulverización, los defectos en los inyectores pueden preverse o anticiparsecon unas sencillas normas que hoy nos cuentan desde Euromaster, la cadena especialista en el cuidado y el mantenimiento integral de los vehículos.
Para intentar cuidar lo mejor posible los inyectores y evitar averías, es fundamental, primero, realiar el cambio de fltro de combustible según las indicaciones de cada fabricante, una información que puedes consultar en el manual de tu coche o preguntando al servicio oficial o a tu mecánico de confianza. El coste de cambio, en este sentido, suele oscilar en los talleres entre 20 y 120 euros, en función a la marca y al coche. Primer paso, conocido.
Detecta este sonido y evita grandes averías
Sin embargo, a pesar de ello, puede producirse una avería también y es aquí donde los expertos de Euromaster nos dan una importante información: el ruido o sonido que puede ser síntoma de este grave problema mecánico. Pincha a continuación en el audio que te mostramos y conocerás cuál es el sonido habitual que puede anticiparte el mal estado de los inyectores.
Si aprendes así a detectarlo podrás evitar males mayores, procediendo tempranamente a la sustitución de solo un inyector, que tiene un coste de unos 250 euros. Si no, de lo contrario, y tal y como nos informan los expertos de Euromaster, en caso de avería grave de los inyectores, y que pudan implicar finalmente la sustitución del resto de inyectores, la factura final en taller puede incluso multiplicarse por el número que tenga el vehículo, superando más que probablemente los 1.000 euros la avería final.
Realizar un mantenimiento preventivo, como siempre explicamos, es la mejor manera de evitar grandes averías que, precisamente y valga la redundancia, pueden ser evitadas. El mal funcionamiento de los inyectores, además de desembocar en una avería cada vez más costosa, incide también en otros inconvenientes para los coches, como pueden ser un aumento en el consumo de combustible habitual y una pérdida de prestaciones, al no recibir la cámara de combustión el combustible que necesita, ni en las condiciones que lo requiere. ¡Afina ya tu oído!