La detención se produjo en la carretera C-32, a la altura de Santa Susana (Barcelona), cuando, en un control preventivo de la policía autonómica catalana, los agentes observaron que un autobús circulaba de forma “negligente e irregular", como si se condujera bajo los efectos del alcohol.En efecto. Tras detener el vehículo, Francisco Javier G.A., de 40 años y vecino de Malgrat de Mar (Barcelona), se sometía a un test de alcoholemia en el que dio 1,11 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. En la segunda y definitiva prueba, el resultado fue de 1,09, lo que supone siete veces más del máximo permitido a conductores de vehículos de transporte escolar o de menores, que se sitúa en los 0,15 mg/l.No ha quedado aún claro cuál era el destino del autobús, que viajaba sin pasajeros. Según fuentes del cuerpo policial autonómico, se dirigía a un centro educativo de Gerona a recoger a unos niños que salían del colegio. Sin embargo, la empresa de autocares ha afirmado que el vehículo en cuestión no realizaba ningún servicio y que se dirigía a las cocheras de la compañía para someterse a una reparación. Francisco Javier G.A. ha sido suspendido temporalmente de empleo y sueldo a la espera de conocer lo que sucedió realmente, pues el conductor niega que condujera bebido y señala que el resultado de la prueba de alcoholemia se puede haber visto afectado por medicación que toma para tratar una úlcera.Desde la empresa de autobuses se remarca que el conductor detenido es “un trabajador ejemplar" que “nunca ha dado un problema" en los siete meses que lleva trabajando en la compañía. Han añadido, no obstante, que Francisco Javier G.A. no estaba pasando un buen momento en su vida personal. Al mismo tiempo, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, se ha comprometido a “impulsar la actuación de la Justicia" para evitar que se repitan sucesos como el accidente provocado por un conductor “kamikaze" en la A-1 y en el que murieron tres personas. Aguirre hizo estas declaraciones en el acto en el que agradecía al transportista Santiago Mero su actuación en el rescate de los hijos de la pareja fallecida en el siniestro. Por otra parte, la carretera no deja de cobrarse víctimas. Un abuelo y sus dos nietos, de 10 y 8 años, perdieron la vida ayer en un accidente de tráfico en la carrera L-313, a su paso por Guissona (Lérida), al colisionar el turismo en el que viajaban con otro vehículo.
Demasiado alcohol para conducir un bus escolar
El aumento de los controles de alcoholemia empieza a dar sus primeros frutos. En el día de ayer, los Mossos d’Esquadra detuvieron a un conductor de un autobús escolar que superaba en siete veces el límite máximo de alcoholemia.
