La compañía automovilística estuvo de acuerdo en realizar una llamada a revisión de algunos de sus monovolúmenes en septiembre de 2000, después de que la Administración Nacional para la Seguridad Vial estadounidense hubiera sido informada de 19 incendios en estos automóviles, en los que murieron tres personas.
Desde el anuncio de esta revisión, seis vehículos más se han incendiado y 56 conductores se han quejado de pérdidas de combustible (el factor que, aparentemente, origina el incendio) en los monovolúmenes Chrysler, Dodge y Plymouth fabricados de 1996 a 2000, según el periódico Detroit News.
Además, varios propietarios de estos automóviles han afirmado que los distribuidores de DaimlerChrysler les aseguraron, en unos casos, que no existía ninguna llamada a revisión, mientras que a otros usuarios se les informó (erróneamente) de que su vehículo no estaba afectado por esta inspección.
De acuerdo con los datos ofrecidos por el rotativo estadounidense, el examen de los diferentes modelos no comenzará hasta enero, ya que, según Michael Rosenau, uno de los portavoces del fabricante, el retraso de 15 meses ha sido provocado por la limitada capacidad de producción de las piezas de recambio necesarias para solucionar este problema.
Al parecer, las juntas situadas en el conducto que lleva el combustible hasta los inyectores se degrada con el tiempo y ante temperaturas extremas en los motores de 3,3 y 3,8 litros. Con la gasolina pasando por este conducto a presiones muy altas, incluso la fuga más pequeña puede originar un incendio en el propulsor. Según los informes, en algunos casos el fuego se originó mientras se conducía, mientras que, en otras ocasiones, comenzó cuando el coche estaba aparcado o, incluso, justo después de apagar el motor.
Ahora, DaimlerChrysler intenta desarrollar una junta que sea más resistente. Las piezas de recambio comenzarán a producirse este mes y llegarán a los distribuidores a finales de enero. En cualquier caso, los portavoces de la compañía han anunciado que cualquier usuario que detecte una fuga de combustible debe llevar su monovolumen al concesionario tan pronto como le sea posible.
El constructor inspeccionará 1.160.000 vehículos en Estados Unidos y 262.000 en Canadá, México y otros mercados internacionales. La versión más moderna de los monovolúmenes, que se puso a la venta en otoño de 2000, no está afectada por esta llamada a revisión.
Los conductores comienzan a interponer demandas
El fabricante presentó un informe ante la Administración Nacional para la Seguridad Vial en el que se aseguraba que, estadísticamente, las fugas de combustible en sus monovolúmenes afectan tan sólo a cuatro de cada 100.000 vehículos.
Sin embargo, cuando tiene lugar este problema, los resultados suelen ser catastróficos. Varios conductores han demandado a la compañía pues, aunque ni el fabricante ni la Administración Nacional para la Seguridad Vial pueden atribuir los incidentes ocurridos a las pérdidas de combustible, los familiares de las víctimas están convencidos de que este defecto contribuye a que se originen repentinos y devastadores incendios.
Este es el caso de los hijos de Elinor Oven, quienes se han querellado contra DaimlerChrysler en Estados Unidos después de que su madre muriera en un incendio en el interior de un Chrysler Town&Country que había comprado tres días antes.