Contacto: Nissan Maxima QX 2.0 SE y QX 3.0 SE

Más grande, más amplio y más potente, el nuevo Maxima experimenta un importante salto cualitativo dentro del segmento de las grandes berlinas, ofreciendo unas cualidades ruteras verdaderamente notables.

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Suspensiones mejoradas Junto a la importante mejora experimentada en lo que a la habitabilidad se refiere, la nueva generación del Maxima destaca por una elevada y mejorada calidad de rodadura. A la ya comentada mayor distancia entre ejes, se unen unos retoques en la suspensión que garantizan un notable equilibrio entre confort de marcha y efectividad en la conducción. Se han aislado de forma más eficaz los anclajes de los amortiguadores y los elementos inferiores de la suspensión van anclados a un subchasis, optimizando así la eliminación de ruidos y el filtrado de las vibraciones, consiguiendo un rodar muy silencioso y aislando a los ocupantes del trabajo de las suspensiones. Y a la hora de frenar, los nuevos discos más anchos, el mayor diámetro de los bombines y el avanzado sistema ABS con repartidor de frenada electrónico se encargan de dotar al Maxima de una gran seguridad activa. Pero los cambios más importantes afectan a la suspensión trasera, cuyo sistema de eje rígido con barra Panhard articulada, denominado multibrazo por Nissan desde su estreno en la primera generación del Maxima, ha sido optimizado. La barra lateral se ha situado ahora por detrás del eje de torsión con el fin de ofrecer un mejor agarre de los neumáticos y minimizar el balanceo de carrocería. También ha recibido una nueva dirección de cremallera con asistencia variable que mejora el tacto, especialmente a alta velocidad. En esta toma de contacto, la impresión que causa el Maxima es, sobre todo, la de ser un coche muy confortable. Tampoco se defiende mal a la hora de ir deprisa por trazados complicados y sinuosos, aunque no ofrece el tacto o el aplomo de un Mercedes Clase E o un BMW Serie 5, dos modelos que significan verdaderas referencias dentro de su segmento. Ello no quiere decir que el Maxima QX no sea eficaz, noble y seguro, sino simplemente se encuentra ligeramente por debajo de modelos como los mencionados. Pero las muchas virtudes que aporta el nuevo buque insignia de Nissan —poco ruidoso a todos los niveles, con unos tarados de suspensión que priman el confort y un interior bien realizado— hacen que el Máxima, con unos precios muy atractivos, se confirme como una seria alternativa en su segmento, en el que su relación calidad/precio supone un argumento muy convincente. Suspensiones mejoradas Junto a la importante mejora experimentada en lo que a la habitabilidad se refiere, la nueva generación del Maxima destaca por una elevada y mejorada calidad de rodadura. A la ya comentada mayor distancia entre ejes, se unen unos retoques en la suspensión que garantizan un notable equilibrio entre confort de marcha y efectividad en la conducción. Se han aislado de forma más eficaz los anclajes de los amortiguadores y los elementos inferiores de la suspensión van anclados a un subchasis, optimizando así la eliminación de ruidos y el filtrado de las vibraciones, consiguiendo un rodar muy silencioso y aislando a los ocupantes del trabajo de las suspensiones. Y a la hora de frenar, los nuevos discos más anchos, el mayor diámetro de los bombines y el avanzado sistema ABS con repartidor de frenada electrónico se encargan de dotar al Maxima de una gran seguridad activa. Pero los cambios más importantes afectan a la suspensión trasera, cuyo sistema de eje rígido con barra Panhard articulada, denominado multibrazo por Nissan desde su estreno en la primera generación del Maxima, ha sido optimizado. La barra lateral se ha situado ahora por detrás del eje de torsión con el fin de ofrecer un mejor agarre de los neumáticos y minimizar el balanceo de carrocería. También ha recibido una nueva dirección de cremallera con asistencia variable que mejora el tacto, especialmente a alta velocidad. En esta toma de contacto, la impresión que causa el Maxima es, sobre todo, la de ser un coche muy confortable. Tampoco se defiende mal a la hora de ir deprisa por trazados complicados y sinuosos, aunque no ofrece el tacto o el aplomo de un Mercedes Clase E o un BMW Serie 5, dos modelos que significan verdaderas referencias dentro de su segmento. Ello no quiere decir que el Maxima QX no sea eficaz, noble y seguro, sino simplemente se encuentra ligeramente por debajo de modelos como los mencionados. Pero las muchas virtudes que aporta el nuevo buque insignia de Nissan —poco ruidoso a todos los niveles, con unos tarados de suspensión que priman el confort y un interior bien realizado— hacen que el Máxima, con unos precios muy atractivos, se confirme como una seria alternativa en su segmento, en el que su relación calidad/precio supone un argumento muy convincente.