El hidrógeno es un combustible muy barato y muy ecológico, pero su transporte no acapara tantas virtudes: es muy inestable, volátil, se evapora con facilidad y, de no aislarse bien, prende enseguida. Ford y Ballard, una empresa de célula de combustible canadiense, han creado el primer generador de hidrógeno para motores de combustión interna.
Usando un propulsor tradicional de Ford de 6,8 litros, han construido una especie de reformador de gasolina, un dispositivo capaz de obtener hidrógeno de los hidrocarburos que lleva este combustible. Así, no tendrán que esperar a que se cree la infraestructura necesaria para poner a la venta estos coches, ya que podrán repostar en cualquier gasolinera.
Ford y Ballard quieren iniciar su comercialización a finales de año. Hace apenas una semana, General Motors inauguró en Honeoye Falls (Estados Unidos) un nuevo centro de investigación, donde busca otros sistemas de almacenaje y procesadores de energía. GM ha asegurado que pondrá a la venta vehículos de pila de combustible antes del año 2010, pero Ford afirma que los suyos estarán en el mercado mucho antes. Con este nuevo generador, la firma del óvalo parece tomar ventaja.