La DGT ha presentado 58 nuevos vehículos camuflados con los que patrullas de la Guardia Civil van a vigilar las carreteras españolas durante esta Semana Santa. Según el director general de Tráfico, Pere Navarro, este dispositivo tiene vocación de continuidad ,y poco a poco, se irán incorporando nuevas unidades. Eso sí, dependiendo del presupuesto.
Durante 2004 recorrían nuestras vías un total de 74 de estas unidades –vehículos de calle con matrículas normales, con dos guardias civiles vestidos de uniforme dentro-. En los tres primeros meses del año, se han incorporado a este parque otros 58 vehículos. En total, ya son 132 unidades. Éstas se unirán a los 124 vehículos-radar que ya discurren por las carreteras de nuestro país y que también se ocupan de vigilar el cumplimiento de las normas de seguridad vial y de sancionar aquellas infracciones cometidas por los conductores "en movimiento".
Las infracciones objeto de las detenciones que efectuarán estas patrullas desde ya mismo serán aquellas que produzcan o puedan producir accidentes. Es decir, alcoholemias, conducción temeraria, velocidad inadecuada (aunque no montan cinemómetros), uso del teléfono móvil, invasión del carril izquierdo de la calzada, no respeto de la prioridad de paso, giros incorrectos, no respeto a la distancia de seguridad y realización adelantamientos antirreglamentarios.
Además, se ocuparán de vigilar otras importantes conductas que no provocan directamente accidentes, pero que, en caso de no cumplirse, sí que inciden y aumentan los efectos negativos del siniestro: no llevar puesto el cinturón de seguridad, el casco o los sistemas de retención infantil para los niños. Como novedad, todas las detenciones de vehículos que realicen los coches camuflados llevarán aparejado un control de alcoholemia. El proyecto en el que se basa este nuevo sistema de vigilancia es una experiencia piloto realizada en la provincia de A Coruña entre enero y octubre del pasado año. En estos meses, se realizaron un total de 2.442 servicios en los que se contabilizaron 9.950 denuncias (tres o cuatro denuncias al día).
De todas las intervenciones, en 207 casos se produjo un positivo de alcoholemia, además de la denuncia por la que se detuvo el vehículo (conducción temeraria, giro incorrecto, adelantamiento antirreglamentario, etc). Las conductas más denunciadas fueron las de no llevar los elementos de seguridad colocados –cinturón, casco o sistema de retención, según los casos- (2.141), los adelantamientos antirreglamentarios (589) y las distracciones (758). La Dirección General de Tráfico ha diseñado una distribución de los vehículos en las carreteras españolas dependiendo de los kilómetros de vías y de la intensidad de las mismas. Siguiendo estos criterios, Castilla y León y Andalucía acumulan 21 vehículos cada comunidad; otros territorios disponen de las unidades que te detallamos a continuación entre paréntesis: Galicia (17), Castilla La Mancha (13), Aragón (11), Madrid (9), etc.
Según la DGT, el conocimiento de la existencia de estos automóviles por parte de los conductores genera comportamiento de conducción más positivos. En palabras de Navarro, la filosofía de la acción es “Conductor: no se confíe, cualquiera de los vehículos que le rodea puede ser de control y vigilancia".
Para evitar la picaresca, la DGT ha anunciado una rotación del parque móvil entre comunidades autónomas con periodicidad trimestral. Además, los conductores serán avisados de la existencia de estos coches mediante mensajes en los paneles luminosos de información variable.Desde algunos colectivos de la Guardia Civil se ha echado en cara a la Dirección General de Tráfico sobre los efectivos del cuerpo que trabajan cada Operación Especial de Tráfico. Según estas fuentes, mientras que la DGT asegura que hay 8.000 agentes en las carreteras, en realidad no llegan a los 4.000.
Al decir Pere Navarro (en la imagen), "todos los efectivos disponibles están trabajando en la operación", admite que, de los 8.000 totales, todos no están disponibles, porque le consta que hay entre un 4 y un 5 por ciento de baja.
Para reivindicar sus derechos, los agentes de Tráfico han decidido secundar una huelga de "bolis caídos", es decir, no impondrán multas a no ser que sean extremos muy graves. De esta forma, fomentarán la labor preventiva de los agentes por encima de la sancionadora. El director general de Tráfico ha pedido a los conductores extrema prudencia, "porque hay que evitar una sangría de 10 muertos al día".