¿Coche nuevo? Elige el motor que más se ajusta a tus necesidades

De la mano del RACE te traemos una guía muy clara para que sepas las opciones de motorización que hay en el mercado y cuál es la que más te conviene.

Carlos Cuesta Chanes

¿Coche nuevo? Elige el motor que más se ajusta a tus necesidades
¿Coche nuevo? Elige el motor que más se ajusta a tus necesidades

Cada vez ganan más espacio en el mundo del automóvil los vehículos propulsados por energías alternativas, y esta tendencia continuará creciendo  y acabarán ganando, por derecho propio, un importante puesto en el mercado, desplazando poco a poco a los vehículos de combustión tradicional.

Hoy en día existen más opciones que nunca en cuanto a propulsión, y al multiplicarse las posibilidades, se multiplican las dudas. A nuestra asesoría no paran de llegar preguntas que se podrían resumir en ‘¿qué tipo de motorización me compro?’ Pues bien, el Real Automóvil Club de España (RACE) ha lanzado una guía muy clara y esclarecedora para ayudarte a responder esa pregunta.

Motores de combustión

Poco hay que explicar de ellos: un motor que quema una mezcla de combustible fósil y aire para generar una explosión, que produce el movimiento del vehículo. A los archiconocidos gasolina y gasóleo se ha sumado recientemente otro más eficiente, más ecológico: el gas licuado de petróleo (GLP).

Pero vamos por partes. Comencemos hablando de la gasolina. Los coches que se alimentan de ella consumen más que los que se alimentan de Diesel. Aunque tecnologías como la inyección directa o la sobrealimentación han reducido la diferencia considerablemente. Si usas el coche para moverte fundamentalmente por ciudad o para hacer recorridos de pocos kilómetros, este es tu combustible.

No obstante, si haces viajes largos o transitas mucho por autopistas y autovías, lo tuyo es el Diesel. Eso sí, este combustible es más contaminante que la gasolina.

El GLP, por su parte, es actualmente más económico y se puede emplear tanto en modelos preparados para este combustible de fábrica (los menos) como en coches convencionales modificados (son coches bi-fuel, pues pueden impulsarse tanto con gasolina como con GLP). Para poder utilizar este combustible en tu coche necesitas instalar un segundo depósito para el combustible y modificar la inyección, pero estos cambios no impedirán que el vehículo pueda seguir utilizando gasolina. Aunque el consumo de GLP es mayor en comparación con los otros combustibles fósiles, las ventajas que aporta lo compensan: es un gas más barato y mucho menos contaminante, y la combustión dentro del motor es más limpia, lo que se traduce en un mejor funcionamiento.

El gas licuado del petróleo es perfecto para quienes no quieran consumir Diesel y tampoco quieran asumir el precio de la gasolina. Hace unos años, no había muchas estaciones de servicio que ofrecieran GLP, aunque poco a poco va creciendo el número de lugares para poder repostar gas licuado de petróleo.

Vehículos híbridos

Se trata de vehículos con un motor de combustión convencional al que se suma otro eléctrico alimentado por unas baterías de alto voltaje/tracción. En función de la situación, emplean uno u otro motor, o ambos al mismo tiempo.

Al iniciar la marcha emplean el motor eléctrico, manteniendo las emisiones y el gasto de combustible a cero. Este motor puede mover el coche por sí solo durante unos kilómetros antes de entrar en funcionamiento el motor de combustión. Este comienza a funcionar en trayectos más largos o cuando se requiere más potencia.

El Toyota Prius fue el gran exponente de esta tecnología, aunque también se empezó a emplear pronto en modelos deportivos para incrementar su rendimiento y no tanto su consumo y emisiones. Dentro de este tipo existen los híbridos enchufables, cuyas baterías pueden ser recargadas conectándolos a la corriente eléctrica.

Te merece la pena comprarte un híbrido si realizas trayectos cortos habitualmente, que se puedan cubrir sin que llegue a ponerse en marcha el motor de combustión. Ahorrarás mucho en combustible.

Modelos eléctricos

Aunque no lo creas, estos vehículos son más antiguos que los híbridos, de los que ya existieron prototipos a principios del siglo XX. Están empezando a cobrar mucha importancia gracias a las últimas generaciones de baterías de alto voltaje/tracción, que están logrando cada vez autonomías mayores. Antes de 2020 la oferta de estos modelos será mucho mayor que la actual.

Los eléctricos cuentan actualmente con dos inconvenientes principales: la escasa infraestructura para recargar las baterías y la poca autonomía. El segundo problema, como ya hemos dicho, se está subsanando a gran velocidad. La mayoría de eléctricos que se pueden encontrar hoy en los concesionarios ofrecen más de 200 kilómetros de autonomía (lo que ya los hace atractivos para quienes recorran pequeños trayectos en ciudad), y están a punto de llegar al mercado coches que ofrecen autonomías cercanas a los 400 kilómetros, casi iguales a las propias de los motores convencionales.

Hoy en día existen dos tipos de eléctricos: los eléctricos puros, por un lado, se alimentan exclusivamente de las mencionadas baterías. Los eléctricos de rango extendido, por otro lado, incorporan un pequeño motor de combustión. ¿La diferencia con un híbrido? Que en este caso el motor no transmite su energía a las ruedas, sino que la envía, en forma de electricidad, a las baterías, logrando una autonomía mayor. El Chevrolet Volt, el Opel Ampera o el BMW i3 ofrecen este segundo sistema.

Tipo de motor Kilómetros Uso Autonomía Mantenimiento Emisiones NOx
Gasolina Menos de 15.000 km/año Ciudad-carretera 500-600 km/depósito Cada 15.000 km 109 g/km
Diésel Más de 15.000 km/año/td> Carretera 800 km/depósito Cada 20.000 km 138 g/km
Híbrido Más de 15.000 km/año Ciudad-carretera 700-750 km/depósito Cada 15.000 km 89 g/km
Eléctrico - Trayectos urbanos o desplazamientos cortos 200-250 km recarga Cada 20.000 km 0 g/km

(*) Datos orientativos. Fuente: RACE

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