Científicamente, la mejor carretera del mundo

Dicen que todo es relativo, que cada cual tiene su opinión y que para gustos los colores. De ahí que los entusiastas del motor nunca se hayan puesto de acuerdo sobre cuál es la mejor carretera del mundo para conducir, y este debate, que se extiende ya desde antiguo, ha cristalizado en los foros de discusión del mundillo… hasta que la ciencia ha hablado.

Carlos Cuesta.

Científicamente, la mejor carretera del mundo
Científicamente, la mejor carretera del mundo

¿Qué significa ser “la mejor carretera del mundo”? ¿Tener el mejor firme? ¿Las mejores sucesiones de curvas? ¿Un paisaje espectacular? ¿Es la más segura? Y, por otro lado, ¿esta pregunta puede tener una respuesta absoluta o tiene que estar necesariamente sujeta a interpretaciones subjetivas? Pues bien, las matemáticas, enemigas siempre de la subjetividad, han hablado y nos han callado a todos. ¿Que qué significa ser “la mejor carretera del mundo”? nada más y nada menos que esto:

Fórmula

Fácil, ¿no? Pues ya solo queda aplicar esta bonita fórmula a cada uno de los trazados que tradicionalmente se han considerado de los mejores y ¡vuà la!, habremos dado con nuestro recorrido perfecto. Así que supongo que para la mayoría de los lectores este reportaje podría terminar aquí, pero, puesto que aún queda mucha página en blanco, y pensando que quizá a algún lector le ocurra como a mí, que las matemáticas me producen urticaria y ver una fórmula me produce mareos, vamos a aclarar un poco todo esto.

La empresa de alquiler de coches Avis se ha tomado esta pregunta muy en serio y se propuso darle una respuesta definitiva. Así que contactó con tres portentos de la ciencia: el físico cuántico Mark Hadley, el diseñador de circuitos Hermann Tilke y el diseñador de montañas rusas John Wardley.

La mejor carretera del mundo

Cual personajes de The Big Bang Theory, estos tres científicos se pusieron manos a la obra, y empezaron a convertir en números lo que, para el común de los mortales, son solo sensaciones subjetivas. Así, en primer lugar, dieron con los factores que influyen en el disfrute de una carretera: “Las curvas, la aceleración, la velocidad y el frenado. Una gran carretera radica en el justo equilibrio entre estas fases que ofrecen la emoción de la velocidad y aceleración, mientras que las curvas prueban las capacidades de conducción y las rectas hacen posible disfrutar del  escenario.” Y ese equilibrio justo lo representa la susodicha fórmula.

Una vez hallado el Ratio de Conducción de Avis –así han bautizado a la fórmula-, la aplicaron a 25 carreteras de todo el mundo, todas ellas sospechosas de ser las que más hacen disfrutar a los conductores. Y la ganadora fue una portuguesa llamada N-222 que recorre la orilla del río Duero a lo largo de 27 kilómetros entre las localidades de Peso da Régua y Pinhão.

La mejor carretera del mundo

Y, como muestra, un botón

Acudimos hasta el corazón del país luso para experimentar lo que es conducir por la mejor carretera del mundo y comprobar si de verdad se merece este título. Y ¡vaya si se lo merece! Empezando por el paisaje, un valle bucólico donde brilla el sol –al menos ese día- y se refleja en el agua del Duero, generoso en vegetación y donde da la impresión de que la naturaleza vive tranquila. Sus laderas surcadas de viñedos donde nace el vino Oporto esconden bodegas de buen comer y mejor beber que hacen que el viaje merezca la pena aunque no estuviera allí esta carretera.

Pero vamos a lo nuestro, que es conducir. Dicen los científicos de Avis que el ratio de conducción perfecto es de 10:1 (no nos asustemos, que ésta es fácil: 10 segundos en una recta por cada segundo en una curva), y la N-222 lo cumple casi a la perfección, 11:1. No hay otra carretera en el mundo que se aproxime más.

La mejor carretera del mundo

Y todo esto no queda solo en la teoría. Nos prestaron un BMW 318d Sport para comprobar las maravillas del trazado, y todos disfrutamos como niños, y no solo por el coche, que, obviamente, también hace. Las 93 curvas que forman este tramo se suceden poniendo a prueba nuestra pericia al volante, pero en el punto justo para no llegar a ser difícil, peligrosa o desagradable. Pero cada poco tiempo la carretera nos da un respiro al regalarnos una recta que nos permite liberar la tensión acumulada y tomarnos unos segundos para mirar a nuestro alrededor para disfrutar del paisaje.

Es una carretera que se deja conducir, que desafía nuestra destreza pero en su justa medida. Nos permite sentirnos un poco pilotos de rallye, pero sin comprometer la seguridad y sin marear a los acompañantes.

La mejor carretera del mundo

Lo único que no nos permitió disfrutar al cien por cien de tan particular trazado fue la densidad del tráfico. Quizá fuera por la hora, pero lo cierto es que nos encontrábamos con bastantes vehículos en ambos sentidos, muchos de ellos camiones, que nos obligaban a hacer adelantamientos con más frecuencia de la que nos hubiera gustado. Ya se sabe que la perfección no existe, por mucho que se empeñen las matemáticas en buscarla, y de esto no se libra ni la mejor carretera del mundo.

Una visita a la N-222 es una buena excusa para una escapada de fin de semana. Una buena experiencia de conducción, numerosas bodegas para disfrutar del celebérrimo vino de Oporto y de la gastronomía local y un paisaje y un clima perfectos para disfrutar un poco de la naturaleza. Un plan muy recomendable.