Ahora mismo, en las plantas chinas de automoción, hay el mismo número de personas trabajando que las censadas en todo el Benelux. Estamos hablando de 2,2 millones de trabajadores indirectos y 30 millones indirectos. En España, por ejemplo, este número de trabajadores se reduce a tan sólo 300.000 personas. Hace tiempo que fabrican más coches que nosotros: ya acaparan el diez por ciento de la producción mundial de vehículos. ¿Dónde van todos estas unidades? De momento, se quedan mayoritariamente en China, todo un mercado virgen: 1.300 millones de habitantes, de los que sólo un 2,5 por ciento tiene coche. Sin embargo, los fabricantes chinos ya sueñan con traspasar sus fronteras. Según ha declarado el presidente de la patronal de automoción china, Sheng Ningwu, lo que más preocupa a las más de 1.300 empresas de automoción chinas es “cómo vender en Europa". En unas declaraciones concedidas al diario Expansión, Sheng Ningwu ha reconocido que, “hasta el momento, se han cerrado alianzas de fabricantes chinos con marcas internacionales, pero la empresa china no ha alcanzado todavía el nivel de tecnología necesario como para desarrollar un modelo con el 100 por 100 de diseño y tecnología propios". Para llegar a Europa, los empresarios chinos estudian comprar marcas europeas en crisis. Ya se rumoreó con esta posibilidad en firmas como Rover o la misma Seat. Sin embargo, Sheng Ningwu asegura que todavía no tienen el suficiente poder adquisitivo para afrontar operaciones tan complicadas. China abrió las puertas de su mercado en 2001, año en que entró en la Organización Mundial de Comercio. El Gobierno chino se comprometía a no poner trabas a la exportación y a la importación de vehículos. Desde entonces, una auténtica revolución. En el año 2000, apenas se fabricaban 605.000 coches. Han duplicado su producción en tan sólo cinco años.No sólo precisan más potencial económico. También deben superar los estándares de calidad europeos. Según Ningwu, en China se fabrican “cosas que Occidente no quiere producir porque contaminan". Además, un vehículo chino –el Landwind, un todo terreno- ha recibido el galardón de “catastrófico" en los test de choque del ADAC, el club automovilístico más importante de Alemania (en la foto se reproduce el momento del choque). Según este organismo, nunca en sus 20 años de historia habían dado una puntuación tan mala a un vehículo.
![]() La guerra de los coches clones. |