Cataluña exige un cambio de actitud frente a los accidentes

Las plataformas catalanas Prevenció d’Accidents de Trànsit (PAT) y Afectacs pers Accidents de Trànsit (APAT) han exigido un cambio tanto en la actitud de los políticos como en las normativas que regulan las sanciones a conductores ebrios.

Cataluña exige un cambio de actitud frente a los accidentes
Cataluña exige un cambio de actitud frente a los accidentes

El pasado fin de semana un policía autónomo catalán, Álex Arroyo, fue atropellado mientras realizaba un control de alcoholemia. Arroyo falleció horas después mientras era tratado en el hospital al que sus compañeros le habían trasladado. El conductor que lo atropelló excedía los límites de alcohol permitido y, lo más grave, no era la primera vez. En principio, la juez que llevaba el caso decidió no retirarle el permiso de conducir, pero, tras las protestas e indignación de varios sectores sociales, el documento le fue retirado.

Según las asociaciones PAT y APAT ya es tarde y resulta muy triste “reaccionar después de las desgracias, sin atender a la prevención como base de mejora". Por eso, han exigido que las decisiones judiciales sean más cuidadosas, sobre todo en estos casos, ya que pueden a algunos conductores a tener una concepción sobre los accidentes de “No pasa nada si conduces con unas copas de más", en palabras de Jesús Rogés i Lapesa, representante de PAT. La grave actuación de la juez que ha llevado el caso pone de manifiesto las importantes carencias penales y procesales en relación a la seguridad vial que hay en nuestro país.

PAT y APAT piden, por todo esto, que sean retirados cautelarmente todos los permisos de conducir a personas que se hayan visto involucradas en siniestros. Los motivos son explicados por Rogés: primero, si el conductor se ha dado cuenta de la gravedad de su acción, tendrá tal bloqueo mental que esta característica le hace inútil –al menos en principio- para la conducción y, segundo, si el sujeto no está ni siquiera arrepentido, no se trata de una persona muy social, por lo que también debería ser retirado el permiso de conducción sin ningún lugar a dudas.

Lo más grave de toda la situación es “la percepción que nos queda a los pacíficos usuarios de las calles y carreteras es que éstas están bastante llenas de agresores sin condena ni sanción", aseguran.