Eduardo Azpilicueta, secretario de “The Car of the Year" y miembro del jurado, nos desvela algunos de los entresijos de los premios más importantes de la industria europea de la automoción. - En un marco que se pretende cada vez más internacional, gana cada vez más valor un premio decidido por la amalgama de criterios de valoración a veces divergentes, por su distinto origen geográfico, pero todos ellos válidos.- La consideración para incorporar al jurado a representantes de nuevos países, o para ampliar su representación, ha sido la existencia o expansión de un mercado significativo y más o menos liberalizado de automóviles. En base a ello hay representantes de cinco países tradicionalmente considerados “del Este" (Polonia y Hungría ya tienen dos cada uno), y esperamos que en el futuro haya más.- Esos elementos de sinergia son más factores industriales que de valoración técnica, y no digamos comercial. Cuando un coche conecta fácil con el público (y con el jurado) por su planteamiento, estilo y por su buena relación valor/precio, poco importa que un buen porcentaje de sus componentes ocultos sean compartidos con otros.- Ha aumentado la competitividad y, sobre todo, se han acortado los plazos de renovación de los productos que se lanzan al mercado, los ciclos de vida; eso es lo que produce un mayor número de contendientes. La edición más reñida ha sido indudablemente la de 2001, cuando el Alfa 147 ganó por un punto al Ford Mondeo (238 a 237), quedando el tercero –el Toyota Prius- a sólo 9 puntos.- El influjo de este premio en las ventas es muy variable, dependiendo del carácter del modelo, y en todo caso es un efecto temporal, pues doce meses más tarde ya hay otro ganador y no puede seguir publicitándose el anterior título. Digamos que puede ser un espaldarazo para modelos muy populares dirigidos a un público muy genérico y no tanto para aquellos cuyo cliente potencial medio se documenta a fondo por fuentes muy variadas antes de decidir la adquisición.- Los miembros del jurado se seleccionan en base a su valía personal como comunicadores y expertos en el tema, y habitualmente conservan su estatus pese a que cambien de medio. La renovación del jurado es progresiva, y cada año se decide su composición, introduciendo cambios o sustituyendo a quienes causan baja por jubilación o cambio de actividad.- No se descarta la aportación de publicaciones patrocinadoras de nuevos países, lo que decidiría el Comité Organizador, pero no está previsto a corto plazo.
“Car of the Year”: simplemente el mejor
En una industria que mueve al año millones, con ejércitos de publicistas a su servicio, con los más famosos en nómina, que cuenta con varios gobiernos como accionistas, ¿se puede ser independiente? Desde hace 40 años, existe en Europa un galardón que demuestra que sí es posible.
