Desde hace varios días la Policía Municipal de Pamplona, en Navarra, buscaba con insistencia a un motorista. La razón era que esta persona, a bordo de un ciclomotor, se dedicaba a recorrer una zona de la provincia, entre la capital y el municipio de Burlada, burlando un radar de velocidad en repetidas ocasiones. ¿Cómo? Con un método muy sencillo, pero que resultaba eficaz para evitar las multas a pesar de incumplir con los límites de velocidad establecidos: tapaba con la mano la matrícula posterior del vehículo.
Según informa hoy el Diario de Navarra, “día sí y día también”, la Policía Municipal había detectado como el propietario de un ciclomotor rojo, del que pocos más datos tenían, recorría la denominada como Cuesta de Beloso que une Pamplona y Burlada, descendiendo a gran velocidad. El problema era que, aunque el radar instalado en la zona sí captaba bien el exceso cometido por este motorista, la multa no podía notificarse debido a que el conductor, en marcha, tapaba a su paso la matrícula con la mano, haciendo imposible reconocerlo.
La Policía Municipal de Pamplona había puesto así en marcha un dispositivo de vigilancia y búsqueda desde hacía varios días y, finalmente, gracias a la insistencia del cuerpo de seguridad y a la reiteración de la acción por parte del motorista, se pudo localizar y detener al infractor. La Cuesta de Beloso es uno de los tramos que más controla la Policía Municipal debido al exceso de velocidad habitual que se registra. Para ello, se emplean nuevos radares fijos y móviles, algunos capaces incluso de captar hasta 6 carriles a la vez.
"Va tanto el cántaro a la fuente que se acaba rompiendo"
— Policia Municipal Udaltzaingoa 092 (@PamplonaIrunaPM) May 27, 2022
Tras pasar varias veces con el ciclomotor por el radar de Beloso tapando la matrícula, fue localizado en el día de ayer y denunciado por las infracciones realizadas.#SeguridadVial pic.twitter.com/ixItQou5io
Tras reconocer al infractor, la Policía Municipal de Pamplona ha señalado en un post en redes sociales que “va tanto el cántaro a la fuente que se acaba rompiendo. Tras pasar varias veces con el ciclomotor por el radar de Beloso tapando la matrícula, fue localizado en el día de ayer y denunciado por las infracciones realizadas”.
Puede tener multa de hasta 20.000 euros
Ahora, el motorista deberá enfrentarse a la justicia por sus actos, y la sanción puede resultar especialmente importante. Además de pagar por sus habituales excesos de velocidad, el propietario de este ciclomotor podría enfrentarse a una infracción grave de la Ley de Tráfico por incumplir la “obligación de verificar que las placas de matrícula del vehículo no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura”. Son 200 euros… pero pueden también ser muchos más.
Y es que una interpretación todavía más dura y estricta de la normativa vigente podría terminar acarreando una infracción muy grave por “interferir en el correcto funcionamiento de los sistemas de vigilancia del tráfico”. En este último caso, la multa sería similar a la instalación en un vehículo de un inhibidor de radar, lo que podría suponer una multa de hasta 20.000 euros y 6 puntos del carné de conducir.