Que no te engañe el aire retro de sus coches: la Legend Cars es una de las competiciones internacionales más modernas. Nació en Estados Unidos en el año 1992 y pronto se ha extendido por medio mundo. ¿Por qué se ha propagado tan rápido? Su filosofía es irresistible: abrir la competición a todos los bolsillos. Sus creadores, un grupo de comisarios deportivos, estaban hartos de ver cómo muchos pilotos con talento tenían que abandonar sus coches en los garajes por falta de presupuesto. Así, antes de fijar las normas, echaron cuentas: crear una fórmula que no superase los 10.000 dólares. Los vehículos que compiten deberían ser asequibles para el público, tener un diseño muy atractivo y unos costes de construcción y mantenimiento moderados. Olvídate de la fibra de carbono o de la electrónica. Los coches tienen sencillos chasis tubulares de acero, incorporan el motor de una moto (de origen Yamaha de 1.250 cc y 150 CV). Sólo llevan un juego de neumáticos – BF Goodrich-, llantas de chapa, eje rígido, frenos de tambor traseros... ¡Y un piloto con hambre de victoria!El primer prototipo construido para esta compeción fue diseñado por “Humpy" Wheeler (el presidente de Loews Motor Speedway) y por Elliott Forbes-Robinson, un conocido piloto estadounidense. Para su diseño se inspiraron en los míticos Chevy y Ford que arrasaron en los años 30 en la NASCAR , la Fórmula 1 norteamericana. Actualmente, existen diez carrocerías diferentes, que se corresponden con el Chevy Coupé 1934, el Ford Coupé 1934, el Chevy Coupé 1937, el Chevy Sedán 1937, el Dodge Coupé 1937, el Ford Coupé 1937 y el Ford Sedán 1937.
![]() Los Legend Cars tienen un peso sin piloto de 480 kilos. Su relación peso/potencia es de tan sólo 3,3 kg/CV. Unidos a una caja secuencial de cinco marchas, aceleran de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanzan una velocidad máxima de 215 km/h. |