Burti mejora de sus lesiones

Luciano Burti se recupera en un hospital de Bélgica de los golpes y heridas que sufrió ayer al estrellarse su monoplaza en el circuito de Spa-Francorchamps. Mientras, Schumacher se consagra como el soporte de una nueva edad de oro para la Fórmula 1.

Burti mejora de sus lesiones
Burti mejora de sus lesiones

Cuando el

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Prost de Burti se estrelló</font color="#3333FF"> a casi 200 km/h contra el muro de neumáticos de Spa, todos nos temimos lo peor. La desesperación de Eddie Irvine tratando de sacar al piloto brasileño de aquella montaña de neumáticos sobrecogió al circuito. Pasaron varios minutos antes de que lograran desenterrarlo y varios más antes de que se parara definitivamente la carrera.

La cabeza de Burti, volcada sobre el volante, dio pronto idea de lo que pasaba: estaba inconsciente. Se le evacuó rápidamente hacia un hospital al que llegó ya consciente. Los primeros partes médicos evaluaron su estado como grave. Había sufrido heridas en la cara y una pequeña hemorragia intracraneal. Sin embargo, su vida estaba a salvo.

Ahora, aunque la gravedad persiste, Burti ha encarado ya el camino de la recuperación. Sin duda debe tanta fortuna a la solidez del cokpit de su coche. Ver el estado en que quedó el monoplaza asusta al más pintado. Sin embargo, el puesto de pilotaje no sufrió daños. La FIA se ha puesto muy estricta con la seguridad de esa parte del coche y lo cierto es que resulta casi invulnerable. Las lesiones de Burti se debieron casi con seguridad a la fuerte deceleración sufrida en el choque, pero no a invasiones del cokpit por elementos ajenos.

Los comisarios se pasaron la tarde del domingo estudiando el choque entre Burti y Eddie Irvine. Finalmente dictaminaron que no había nada irregular y que el desgraciado encontronazo fue un lance propio de la competición. Irvine, que coincidió con Burti en Jaguar, asegura que no vio llegar al brasileño y que no pudo evitar el choque.

Lo cierto es que el hombre de Prost ha estado involucrado en los dos accidentes más espectaculares que ha registrado la Fórmula 1 este año. Aparte del brutal impacto de ayer, Burti protagonizó un colosal accidente en Hockenheim, hace justamente un mes. Allí, su coche se encontró con el Ferrari de Schumacher, que se había parado en la salida. Pasó por encima de él y salió catapultado yendo a caer sobre el Arrows de Bernoldi. Afortunamente nadie resultó herido, aunque la consiguiente suspensión de carrera trajo una importante polémica, pues se entendió que beneficiaba a Michael Schumacher.

Burti, que tiene 26 años, debutó el año pasado con Jaguar, pero sólo llegó a correr un gran premio. Después, pasó a Prost, donde sustituyó a Pedro de la Rosa, que, a su vez, había pasado a Jaguar para ser piloto probador y, posteriormente, piloto oficial.

Antes de llegar a la máxima categoría, Burti brilló en la F-3 y la Fórmula Vauxhall británicas, siendo campeón de esta última.

Con el accidente de su piloto, Alain Prost cerró un domingo nefasto. Para empezar, la alegría de ver a Frentzen con uno de sus coches en la cuarta plaza de la parrilla se frustró cuando se le averió la electrónica y quedó relegado a la última posición. Para colmo, Michael Schumacher despojó ayer al campeón francés de su récord de victorias en grandes premios. El alemán ya tiene 52.

Diez años para una leyenda
Mientras todo Spa se palpaba las ropas tras el accidente de Burti, había un hombre que parecía ajeno a todo. Michael Schumacher preguntó cómo estaba el brasileño, habló con Bernie Ecclestone, comprobó que la carrera saldría de nuevo e, impasible, se subió a su coche.

Apretó el gas a fondo, vio el Williams de su hermano clavado en la salida y lo siguiente que se recuerda de él es su tranquila entrada en meta. 52 victorias en carreras de Fórmula 1: suma y sigue.

El alemán avanza ya sin compañía en el territorio de la leyenda. Desde ayer, la Fórmula 1 tiene que reescribir su historia, pues casi todos los records se apellidan ya Schumacher.

Enganchada a la fulgurante estela roja de su Ferrari, la competición se adentra también en una nueva edad dorada. Pocas veces en su ya larga vida la Fórmula 1 ha vivido un momento tan dulce. Las carreras son seguidas cada vez por más personas, nunca ha habido tanto dinero, el nivel de sofisticación y desarrollo técnico es asombroso y, para colmo, hay hombres, como Schumacher, que esculpen monumentos a la épica tan sólidos y brillantes como los que se levantaron en la época clásica de este deporte.

Hace 10 años, un joven talento alemán salía de las fórmulas de promoción para entrar a la Fórmula 1. Era con el equipo Jordan y era en Spa-Francorchamps. Allí se clasificó séptimo para la carrera y arrancó un comentario de alabanza al mismísimo Ayrton Senna.

Un año después ganaba allí su primera carrera. Corría entonces con Benetton. Desde entonces, su carrera parece no tener freno. Ayer, con una victoria más, la sexta que logra en Spa, consigue colocarse como máximo ganador de la historia. Hace dos semanas logró su cuarto

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campeonato mundial</font color="#3333FF"> y amenaza el histórico Untitled Document

récord de Fangio</font color="#3333FF"> : cinco mundiales.