BMW Serie 1 3 puertas

Hace tiempo que lo esperábamos. Primero vimos algunas fotos espía y, más tarde, lo vimos en material oficial de la marca. Ahora lo hemos podido conducir. La nueva carrocería de 3 puertas del benjamín de BMW, la Serie 1, le da un aire más juvenil y dinámico y le permite competir con mayor igualdad con sus más duros rivales.

BMW Serie 1 3 puertas
BMW Serie 1 3 puertas
Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.

Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.

Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.

Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.

Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.

Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.

Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.

Ver vídeo
Otro de los sistemas que se han introducido en la Serie 1 es la denominada Función Auto Start Stop. Este mecanismo hace que el coche apague el motor por completo cuando se detiene el vehículo y el conductor pone punto muerto. Al pisar el embrague el motor vuelve a arrancar de forma automática. Es una solución que, de verdad, consigue cero emisiones y cero consumo en el uso urbano cuando el coche está parado. El sistema se puede desconectar, sólo está disponible con la caja de cambios manual y no entra en acción mientras el coche no alcance su temperatura de funcionamiento óptima, la carga de la batería no sea suficiente o la temperatura exterior pase de 30ºC o inferior a 3ºC.Junto con este elemento, todos los Serie 1 con caja de cambios manual incorporan un indicador de momento óptimo de cambio de marchas que nos indica mediante una flecha en el cuadro de instrumentos cuándo debemos proceder a cambiar de marcha –tanto hacia arriba como hacia abajo- y cuál es la mejor para el momento de conducción actual. Un sistema que, en un principio, nos hace ir pendientes del indicador pero que con el paso de los kilómetros nos hacemos a él y casi de forma instintiva le hacemos caso sin apenas desviar la vista de la carretera.
Como en el Serie 5, el pequeño de BMW recibe el sistema de recuperación de la energía de frenado, el desacoplamiento de sistemas auxiliares cuando no están funcionando o el que permite mejorar la aerodinámica cuando la refrigeración o los frenos no necesitan de un mayor caudal de aire. Al volante apenas hay diferencias que nos indiquen si la carrocería es de tres o de cinco puertas, ya que el Serie 1 mantiene una dinámica de paso por curva bastante alta, eficaz y, sobre todo, permitiendo disfrutar a su conductor. Bien es cierto que el Serie 1 es el único de su segmento con propulsión trasera y un reparto de pesos en vacío de 50/50 y eso se deja notar a la hora de conducir por zonas con muchas curvas. En nuestra toma de contacto sólo pudimos conducir el 120i, un motor de suave funcionamiento, con unos bajos más que razonables y con una respuesta rápida cuando hundimos el pié derecho en el acelerador. En zonas rápidas las suspensiones se muestran bastante firmes aunque no llegan a ser incómodas en ningún momento y mantienen la carrocería sin apenas movimientos parásitos. El eficaz control de estabilidad está pendiente en todo momento de que la parte trasera no se salga de la trayectoria marcada por el conductor, lo que es un alivio, porque sin este sistema conectado lo cierto es que habría que tener mucho cuidado con el gas en cuanto que el pavimento no estuviese completamente seco.Lo cierto es que la nueva carrocería no aporta por sí misma nada más que un toque de distinción estética con respecto a su hermano de cinco puertas.

Más significativos son los cambios introducidos en los motores o la presencia que las nuevas tecnologías, como el sistema de arranque y parada automática, aportan en la búsqueda de reducir el consumo y, por consiguiente, las emisiones contaminantes. BMW sabe, y mucho, de motores y buena prueba de ello son toda esta nueva generación de mecánicas de gasolina y Diesel que con mayor potencia anuncian una rebaja considerable del consumo.