Barcelona estrenará señales en verano

Las principales vías de acceso a Barcelona, las que registran una mayor circulación, ya se preparan para albergar nuevas señales de tráfico más inteligibles para los conductores. Se trata de la primera actuación de estas características que se lleva a cabo en España en los últimos 40 años.

Barcelona estrenará señales en verano
Barcelona estrenará señales en verano

La red viaria catalana se encuentra en plena reforma. La crítica de automovilistas y transportistas a la señalización de las carreteras por fin ha surtido efecto y la Generalitat se afana en impedir que los conductores se sigan perdiendo en sus carreteras. De momento, se han renovado ya 3.500 paneles de tráfico y se ha actuado en 420 cruces. Lo mejor, no obstante, está todavía por llegar.La Consellería de Política Territorial y Obras Públicas ha puesto en marcha la principal fase de su proyecto global de mejora de la señalización viaria catalana: la que afectará a las vías de acceso a Barcelona, las más transitadas. La colocación de este nuevo material afectará antes de verano a la C-33, C-58, C-17, C-35, C-352 y C-59. Alguna de ellas recoge una intensidad de tráfico superior a los 100.000 vehículos diarios.La renovación de la señalización llegará, posteriormente, a 1.960 cruces y más de 19.700 paneles de las carreteras de toda Cataluña. La inversión total está valorada en unos 45.000 millones de euros, para una actuación pionera en nuestro país.El conseller de Política Territorial,y principal impulsor del proyecto, Joaquim Nadal, ha explicado que el objetivo es “poner orden en toda la señalización vertical para evitar el desbarajuste de señales que se han ido superponiendo en el territorio a lo largo de los años". La iniciativa, sin embargo, no está directamente encaminada a reducir la siniestralidad de las vías, sino “a mejorar la fluidez del tráfico", como ha recordado el propio Nadal.Los criterios que seguirá la nueva señalización son los de visibilidad, legibilidad y continuidad de los itinerarios. Los nuevos plafones direccionales, por ejemplo, estarán situados ahora a 2,2 metros de altura, un metro más altos que los actuales. Igualmente, se limitará a tres el número de menciones que contiene un panel y el tamaño de las letras aumentará en la misma medida que lo haga la velocidad máxima permitida en cada vía.Una vez señalizado un lugar, la Generalitat se compromete a que en todos los cruces sucesivos continúe esta indicación. Las señales incorporarán nuevos pictogramas de lugares de interés y de rutas.La señalización de las rotondas también incorporará novedades. Actualmente, aparece un primer plafón a 150 metros de distancia, otro justo a la entrada de la glorieta y los carteles de cada salida. El nuevo modelo, en cambio, incorporará un nuevo cartel que confirmará el lugar al que se dirige el conductor una vez escogida la salida de la rotonda.El Ayuntamiento de Barcelona, por otra parte, se prepara ya para implantar el nueva zona verde de aparcamiento de pago para residentes, que entrará este próximo lunes en funcionamiento. Ciutat Vella (salvo en la Barceloneta) y el Eixample serán los primeros distritos que contarán con esta modalidad de estacionamiento.La iniciativa parte con el objetivo de actuar contra los infractores. Así, el Ayuntamiento ha confirmado que la grúa retirará inmediatamente los coches de quienes no paguen el preceptivo tique o excedan en más del 50 por ciento del tiempo de estacionamiento de forma reincidente.El Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) considera, sin embargo, totalmente injustificada la ampliación de las zonas de aparcamiento de pago, asegurando que sólo se “trata de penalizar económicamente a los conductores e incrementar los ingresos de los ayuntamientos". CEA asegura, además, que la zona azul de Barcelona es la más cara de España.