Parece que los consumidores ya le han visto las orejas al lobo y ante el inminente cambio en las homologaciones de los consumos y emisiones de gases de coches, se han disparado las ventas de coches teniendo en cuenta que a partir del 1 septiembre serán más caros. Los agentes del sector calculan que el precio de los vehículos se encarecerá entre 700 y 1.000 euros.
La entrada plenamente en vigor del Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros (WLTP en las siglas en inglés), sustituye al Nuevo Ciclo de Conducción Europeo (NEDC) para los coches que vayan a matricularse. A partir de septiembre deberán haber pasado unas pruebas más estrictas y próximas a la conducción real.
En España, esta novedad se ha visto reflejada de forma directa en las cifras de matriculaciones de este verano, que están creciendo por encima del 20% en relación con las del mismo periodo del 2017. Y la previsión es que siga aumentando.
Las marcas y sus redes se han puesto manos a la obra para deshacerse de sus existencias. Existe una necesidad urgente de vender el stock de coches que no hayan pasado las pruebas previstas en el WLTP, que se hacen desde hace un año en muchos modelos. Los concesionarios han comenzado a ofrecer agresivos descuentos o a automatricular estos vehículos para después poderlos vender como usados en modalidad de kilómetro cero. Y eso, evidentemente, favorece al consumidor.
Tal y como explica el presidente de Faconauto, patronal de los concesionarios, Gerardo Pérez, “este esfuerzo es necesario para sacar al mercado estos coches, que aunque pertenecen al anterior ciclo son muy eficientes; en caso contrario tendrían que ir al desguace porque no podrán matricularse".
Más bajas de coches en el desguace
En los primeros seis meses del año, los coches desguazados subieron un 20%, pasando de 323.111 unidades a 388.329. Además de la influencia que haya podido tener una mejora de la situación económica, también ha ayudado el aumento de matriculaciones impulsado por la norma WLTP.
La tasa de achatarramiento –proporción de vehículos que se llevan al desguace respecto a los nuevos que entran en mercado- se sitúa alrededor del 50%. En años en los que había planes de incentivos de compra por parte de las Administraciones estaba en el 100%, es decir, se daba de baja un coche por cada uno nuevo que entraba en el mercado. Entre enero y junio de 2018 se desguazaron 388.329 unidades y la tasa se situó en el 53%, mientras que en el mismo periodo de 2017 fue del 48%.
En cuanto a las ventas, 2018 está siendo un buen año para el sector en España. La cifra acumulada de enero a la mitad de agosto es un 12% mayor que la del mismo periodo de 2017. Pero el impulso de este verano es significativo. Y si se tiene en cuenta que la parte final de cada mes es la más activa, el cierre de agosto, un mes tradicionalmente flojo en las ventas, podría ser espectacular.