Para calcular el valor de tu coche en un momento dado porque quieres ponerlo a la venta o calcular una indemnización si tu coche queda destrozado tras un accidente, existe un concepto que puede ayudarnos y que seguro que has escuchado en más de una ocasión. Se trata del valor venal. También puede que hayas visto este término al contratar una póliza de seguro, puesto que algunas coberturas se basan en este valor.
El valor venal es el valor que tenía el coche en el momento anterior a producirse el siniestro, según explica el RACE. Es decir, el valor que el coche tendría para su venta. Dicho valor depende de la marca, el modelo, las características propias del coche y su antigüedad, pero no tiene en cuenta aspectos como el kilometraje o el mantenimiento. También se valoran todos aquellos elementos extras o de tunning incluidos y declarados en la póliza.
Todos los vehículos que se compran tienen un valor venal concreto, que normalmente va descendiendo con el paso de los años. Es decir, lo que más influye en el valor venal de un coche es la antigüedad del mismo. Las compañías aseguradoras suelen aplicar dicho valor en coberturas como el robo, incendio o siniestro total.
En el caso de que quieras vender tu coche y te interese conocer su valor venal, debes saber que éste corresponderá al precio que el vehículo puede tener en el mercado de segunda mano.
Cómo se calcula el valor venal de un coche
Para calcular el valor venal de un coche, las empresas aseguradoras emplean el valor oficial del vehículo. Es decir, el precio oficial que estipula el Gobierno y que publica periódicamente en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en una lista ordenada por marcas y modelos. Este precio está basado en las características del automóvil y es el que se tiene que utilizar de referencia para tasaciones, indemnizaciones, peritajes, etc.
Las compañías aseguradoras toman como base este valor oficial y le aplican un porcentaje reductor en función del año de la primera matriculación del vehículo. Normalmente, durante su primer año de antigüedad el coche conserva la totalidad de su valor venal, mientras que si tiene cuatro años, el valor se reduce al 47%, según lo publicado en el BOE, o al 13% si el vehículo tiene entre 11 y 12 años. Cuanto más antiguo sea el coche, más bajo será su valor venal, por lo que muchas veces la aseguradora declara siniestro total un vehículo que, a priori, puede continuar circulando. El motivo principal de que esto suceda es que el coste de la reparación supera al propio valor venal.
Otros tipos de valores
Además del valor venal de un coche, existen otros conceptos que también pueden aparecer en el seguro del coche y que debes saber diferenciar. Nos referimos al valor mejorado, el valor de nuevo, el valor de reposición o el valor de mercado.
Valor venal mejorado: quiere decir sencillamente que éste será ligeramente superior al valor venal, ya que se valorarán los precios y la situación del mercado de ocasión en dicho momento, un factor que puede favorecer al modelo del coche siniestrado. Cuando vayas a contratar un seguro, recuerda que siempre será mejor aplicar el valor venal mejorado que sólo el venal.
Valor de nuevo: es el valor de un vehículo el día que sale del concesionario con su primera matriculación. Este valor incluye los impuestos aplicados al coche nuevo y el coste del transporte. Fíjate bien si en tu póliza alguna cobertura incluye el valor de nuevo, ya que en ese caso, la aseguradora te pagará el importe que te costó el coche cuando lo compraste como nuevo. El pago podrá hacerse en dinero o en especie, es decir, entregando otro coche nuevo del mismo valor. Algunas aseguradoras ofrecen este tipo de valor durante el primer o dos primeros años del vehículo.
Valor de mercado o reposición: es el valor de compra de un coche con las mismas características y antigüedad en el momento de producirse el accidente de tráfico. No se tiene en cuenta el kilometraje ni el mantenimiento del vehículo, pero sí que se incluyen los gastos de transferencia, reparaciones y ganancia del vendedor (elementos que no se incluyen en el valor venal). Por lo tanto, la principal diferencia entre el valor venal y el valor de reposición es la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta del coche.