Elegir sólo cinco modelos dentro de una marca con tanta historia y tradición es algo complicado, porque siempre vas a pensar que nos hemos dejado fuera a tu favorito. Piensas en Porsche y te viene a la mente el 911, que en sus ya más de 50 años de historia ha dejado tantas versiones interesantes que algunas de ellas incluso eclipsan a otros modelos de la marca. En este pequeño ranking vamos a dejar fuera la versiones de carreras, como el mítico 917 por ejemplo, y nos centramos en los modelos de calle. Dicen que el mejor Porsche siempre es el último o el que está por llegar, y así ocurre a la hora de ganar prestaciones y velocidad. Sin embargo la magia de esta marca hace que entre sus filas hayamos encontrado auténticos modelos para soñar, la mayoría con motor bóxer colgado por detrás, refrigeración por aire y faros redondos.
Porsche 911 (1963-actualidad)
Hablar de Porsche es hablar del 911. Es el modelo que le ha dado fama y del que no puede prescindir. Mantiene a día de hoy una arquitectura complicada de digerir, ya que dispone su motor en configuración bóxer y colgado detrás del eje trasero, pero realmente efectiva a la hora de traccionar o frenar. El día que Porsche decida cambiarla, morirá este modelo, pero tranquilo, que no hay intención. Sí es cierto que con el paso de las generaciones el motor se ha ido adelantando para mejorar el reparto de pesos, pero siempre estará ahí. Dicen las malas lenguas que el Cayman y su motor central es el 911 que Porsche siempre quiso hacer, pero que tanto su tradición como sus fieles seguidores se lo impiden. En sus ya más de 50 años de historia podemos encontrar modelos míticos como la saga Turbo, iniciada por el 930, la RS con aquel 2.7 "Cola de pato" del 73, los "Cola de ballena" y el precioso 935 "Moby Dick" de carreras, todos ellos apodados en función del tamaño y forma de su alerón trasero. Con el cambio de siglo llegó la refrigeración líquida y también aparecieron las versiones GT2 y GT3. Hoy en día el 911 sigue siendo uno de los deportivos más deseados y tecnológicamente avanzados.
Porsche Carrera GT (2003-2006)
Pensado inicialmente para la competición, el Carrera GT fue presentado como prototipo en el año 2000 y puesto a la venta en 2003. De él se vendieron 1.270 unidades en los 3 años que estuvo a la venta. Disponía de un motor V10 basado en el del fórmula 1 pero con la cilindrada elevada, de 5,5 a 5,7 litros. Construido sobre un chasis monocasco de fibra de carbono, el Carrera GT ofrecía 612 caballos y era capaz de alcanzar los 200 km/h en menos de 10 segundos. Disponía de suspensiones totalmente regulables y frenos de discos carbocerámicos, algo nada común en un coche de calle en ese momento. Hoy en día es un coche con un alto valor económico, que lamentablemente se ha hecho famoso por el accidente en el que falleció el actor Paul Walker.
Porsche 959 (1986-1988)
Sólo se construyeron 268 unidades del 959 en versión de calle. Supuso una auténtica revolución en su momento ya que a partir de él todas las versiones Turbo del 911 se ofrecían con tracción total y se crearon los Carrera 4. En realidad este modelo "laboratorio" se hizo para homologar un Grupo B basado en el 911, de ahí que tuviese la tracción total. Su versión de carreras ganó el París-Dakar en el 86. Su base era la de un 911, con la que compartía hasta la batalla, pero ensanchado, con tracción total con reparto de par entre ejes y entre las ruedas traseras y variación automática de la altura, algo novedoso en la época en un coche de calle. Mantuvo el 6 cilindros bóxer del 911 pero con 3,8 litros y dos turbos, con 450 caballos. Fuel el primer coche en contar con sensores de presión de neumáticos y con un evolucionado ABS.
Porsche 718 RSK (1958-1959)
El 718 RSK era un modelo de carreras basado en el 550A RS que se podía matricular. Se trata de uno de los automóviles más bonitos y deseados de la historia. Tenía un chasis tubular y carrocería de aluminio. El motor iba en posición longitudinal central trasera y, cómo no, con un bóxer de 4 cilindros refrigerados por aire. Se distinguía de 550 por ser 20 kilos más ligero, llevar suspensiones rebajadas con timonería de Watt en el tren trasero y tener unos 10 caballos más de potencia. Se produjeron sólo 34 unidades. Hoy en día es uno de los modelos más valorados y representativos de lo que fueron los orígenes de Porsche. Por cierto, que James Dean no se mató en él, lo hizo en un 550.
Porsche 918 Spyder (2014)
Hemos hablado de pasado pero también hay que mencionar el futuro: el 918 Spyder. Supone el retorno de la marca a la fabricación de los grandes superdeportivos, que desde el Carrera GT se había olvidado. Pero en esta ocasión, y siendo fieles a la historia de Porsche, se hace con toda la tecnología de que se dispone. Así está propulsado por tres motores, un V8 gasolina de 4,6 litros y 608 caballos y dos motores eléctricos, uno para cada eje, con unos 208 CV extra, que dan un total de 887 caballos. Su bastidor es de fibra de carbono y ofrece un nivel prestacional muy alto que le sirvió para bajar de los 7 minutos en Nurburgring, y que subraya con un consumo propio de una berlina convencional.
