Sin el 'Power Stage' Hirvonen estaría más cerca de Loeb

El finlandés Mikko Hirvonen (Ford), que desds el jueves se jugará con el líder, Sebastien Loeb (Citroen), el título mundial de pilotos en el Rally de Gran Bretaña, estaría ahora mismo a cuatro puntos del francés, y no a ocho, si no hubiera existido el 'Power Stage', una bonificación para los más rápidos en el último tramo de cada prueba.

La intención de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de hacer el Mundial de rallys más interesante, o al menos mantener la intriga hasta el final, le llevó a aplicar diversos cambios para este año, entre otros, un extra de puntos para los más rápidos en la última especial de cada carrera, al que denominó 'Power Stage' con señal en directo para las televisiones.

En ellos el más beneficiado ha sido el propio Loeb, quien ha sumado 18 puntos adicionales a los que habría conseguido con sus resultados, mientras que Hirvonen ha sumado 14, los mismos que el también francés Sebastien Ogier (Citroen), tercero en el Mundial y ya sin opciones al título.

Sin esta bonificación, la diferencia entre ambos sería de sólo cuatro puntos y a Hirvonen le 'bastaría' con vencer en la última prueba del Mundial, este fin de semana en Gales, para ser campeón. Los siete puntos de diferencia con el segundo que supone el triunfo le valdrían, independientemente del resultado de Loeb.

Ahora, sin embargo, con ocho abajo, no le basta con imponerse al final de la competición. Tiene que buscar la manera de sacar más puntos a 'Seb', bien porque su compañero y compatriota, Jari-Matti Latvala (Ford), lo secunde en el podio, o bien siendo el más rápido en el último tramo con Loeb tercero. Lo único claro es que tiene que vencer o quedar varias posiciones por delante de su rival.

Así, se podría dar la paradoja de que el mundial se decida en el último tramo del mundial, justo lo que la FIA pretendía: interés hasta el final.