Un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València ha ideado un prototipo de sistema de comunicación entre señales y vehículos que actualiza de forma remota las señales para adaptarlas a las condiciones de tráfico y transforma la placa en un radar permanente.
Este sistema, compuesto por un ordenador empotrado tipo Raspberry Pi, un batería y una antena, se comunica con cualquier vehículo dentro de su radio de alcance para indicarle la ubicación de la señal, su significado y la dirección del tráfico en la que la señal es aplicable, según los datos a los que ha tenido acceso la agencia EFE.
Al recibir esa señal, el vehículo la presenta al conductor en el salpicadero o en dispositivos móviles personales para ofrecer información de forma automática y no intrusiva.
“Ante una modificación normativa no será necesario cambiar las señales desplegadas en las vías de circulación, como acaba de ocurrir recientemente al limitar la velocidad máxima en vías secundarias", indican desde la UPV, además, se trata de un sistema que se caracteriza “por su bajo coste, fácil instalación y escalabilidad".
Señales de tráfico que se transforman a la distancia en radares: en busca de la autopista del futuro
Por otra parte, y además de proporcionar información directa al conductor, se cambiarán y adecuarán al entorno o condiciones climatológicas en tiempo real. “Así serán las carreteras y señales del futuro", según detalla Pietro Manzoni, investigador del Grupo de Redes de Computadores del Departamento DISCA de la UPV.
“Aunque predecir el futuro siempre es arriesgado", continúa el profesor, “podemos imaginar que en unos cinco años las señales de tráfico se comunicarán directamente con el conductor a través de unidades de a bordo y dispositivos móviles".
“Esto abre el abanico hacia un conjunto de aplicaciones que permitirían la monitorización en tiempo real del cumplimiento de las normativas de seguridad vial", explica, por su parte, Juan Carlos Cano, investigador del mismo grupo; “sería algo así como disponer de una red de radares o guardias de tráfico permanentes en cada señal".
El sistema puede que sea desplegado en entornos críticos de baja visibilidad
Según Manzoni, actualmente puede darse el caso de no ver una señal, por ejemplo, en días de niebla pesada, pero con este tipo de dispositivos “que hacen que las carreteras hablen", se puede programar una alerta de audio o un mensaje en el salpicadero que, sin desviar la atención del conductor, le permita recibir esa información y reaccionar de forma natural".
Para validar este prototipo desarrollado, los investigadores prevén que el sistema pueda ser desplegado en entornos críticos tales como “puntos negros" y zonas de baja visibilidad.