En esencia, el Segway es un aparato relativamente sencillo. Es una plataforma que va montada sobre un par de grandes ruedas neumáticas. De la plataforma surge un mástil de altura regulable que acaba en un original manillar. A la vista, no hay más, sólo un aparato extraño de diseño muy “tecno".
Pero lo verdaderamente importante está escondido dentro de las carcasas que componen el segway.
Casi todo está dentro de la plataforma sobre la que se sube el “piloto". En ella van las baterías de litio (las hay de níquel metelhidruro, más baratas y menos duraderas) que alimentan el vehículo y también los cinco giroscopios, especie de sensores que calculan la inclinación y la compensan evitando que el pequeño vehículo se desequilibre. También hay cuatro sensores que, situados bajo el piso de la plataforma, detectan la presencia del conductor y evalúan su peso, posición y grado de inclinación. Además, hay dos motores eléctricos, sin emisiones, que se conectan directamente a las ruedas y reciben los órdenes de los giroscopios.
Para ponerlo en marcha, el usuario dispone de tres llaves magnéticas que dan acceso a otras tres gamas de velocidad: hasta 7 km/h, hasta 12 km/h y hasta 29 km/h. Sin esta llave, no hay forma alguna de poner en marcha el ingenio.Los creadores del Segway recomiendan que no lo utilicen personas que pesen menos de 45 kg, porque podrían tener problemas a la hora de desplazar suficiente peso hacia atrás para frenar. Además, tampoco se aconseja para personas que pesen más de 96 kg en el más básico de los Segway, el P Series. Los demás, en cambio, toleran hasta 118 kg.Así, a plena carga, los Segway grandes pueden viajar a 20 km/h y recorrer una distancia de 20 km antes de que se agoten las baterías. Si son las de litio, aguantarán hasta los 39 km. Sin tanto esfuerzo, las pilas duran hasta 16 horas y, después, basta con enchufar el Segway a la red eléctrica para que recarguen. También se pueden cargar conectándolas a una toma de fuerza de un coche. Además, como las baterías no tienen efecto memoria de llenado, no hay que preocuparse porque se carguen más o menos: siempre que se conecten se cargan hasta el máximo posible.
Además, al igual que un coche híbrido, el Segway utiliza la energía eléctrica de las frenadas para recargar sus baterías. Si estás pensando que un Segway es el vehículo que necesitas, debes saber que puedes elegir entre cuatro modelos. El más básico es el P-Series, que corre menos y aguanta menos (también es más ligero, pues sólo pesa 31,6 kg)
Después van los I-Series, que llegan a los 40 kg si montan las baterías de litio. Por encima está el modelo XT, equipado con ruedas de tacos para circular por el campo. Su peso puede rondar los 47 kg con las baterías más pesadas. Por último, el modelo GT, que pesa sobre los 44 kg, se ha pensado para obtener las velocidades más elevadas.
Comprar uno
Antes de comprarte un Segway, debes saber que los precios están en todos los casos por encima de los 3.000 euros. A partir de ahí, en España, hay cuatro formas de comprar uno. Se puede adquirir directamente del distribuidor, SegwaySpain, llamando al teléfono 93 727 46 32 o accediendo a su página web: www.segwayspain.com. También se puede comprar a través de los puntos de venta (Segway Point) o a través de representantes autorizados de SegwaySpain, de los cuales, el más conocido es El Corte Inglés.
Las empresas también pueden comprar los modelos de la Serie I y Serie P de Segway directamente de SegwaySpain. Para encargar un Segway sólo para empresas, pueden llamar al teléfono 93 727 46 32.
