La desinformación y algunos equivocados anuncios alarmistas sobre todos los vehículos diésel han provocado una gran caída en las matriculaciones de este tipo de automóviles en favor de los automóviles de gasolina. Esta situación junto al no despegue sólido de las matriculaciones de los vehículos híbridos y cien por cien eléctricos, ha provocado un aumento en las emisiones de CO2 y, con ello, un aumento en los valores medios de CO2 emitidos por cada fabricante de automóviles.
Hace ya unos años, la Unión Europea aprobó un nuevo límite medio de CO2 que debían cumplir los fabricantes de coches en su gama de vehículos nuevos. Dicho límite se estableció en 95 g/km de CO2, una cifra que será de obligado cumplimiento en el año 2020. Por este motivo, varias patronales del sector de la automoción a nivel nacional y europeo señalan la importancia de volver a impulsar las matriculaciones de los nuevos vehículos diésel, con nuevas tecnologías que continúan reduciendo tanto los niveles de CO2 como los niveles de NOx (óxidos de nitrógeno, en este caso, más perjudiciales para la salud).
Para cumplir con el nuevo límite de 95 g/km de CO2, patronales como Faconauto (la federación española que reúne a todos los concesionarios) señalan que las ventas de los vehículos diésel de nueva generación deberían aumentar 20 puntos en 2020. De forma paralela, también se señala la necesidad de al menos triplicar las matriculaciones de vehículos eléctricos para que los fabricantes de automóviles puedan cumplir con el límite de emisiones medias marcado por la UE.
Faconauto también ha señalado que con la situación actual de las matriculaciones de vehículos nuevos en España, prácticamente ningún fabricante cumplirá con los objetivos europeos de emitir de media 95 g/km de CO2. Desde enero a agosto de 2019, las ventas de vehículos diésel en nuestro país han caído un 32,4 por ciento, mientras que las emisiones medias de CO2 de vehículos nuevos han crecido un 1,5 por ciento, hasta situarse en los 118 g/km.
Desde la federación española de los concesionarios también se argumenta que los nuevos diésel emiten de media hasta un 20 por ciento menos de emisiones de CO2 que los motores de gasolina equivalentes.
El alto precio de los vehículos eléctricos y la infraestructura de carga aún deficiente son los principales inconvenientes que hacen que las ventas de eléctricos no terminen de despegar como se esperaba. Por este motivo, el diésel ha de ser otra vez protagonista (recalcamos, el diésel de nueva generación) para que las marcas de coches puedan alcanzar el objetivo de 95 g/km de CO2 y evitar así multas multimillonarias.