Como seguro sabrás, las ITV en España han sufrido importantes cambios este año. Desde el pasado mes de mayo, los coches que tienen que pasar su inspección obligatoria se van a encontrar con un proceso más exhaustivo: entre sus novedades, está la inspección de la centralita del coche, conectándose con su interfaz electrónica EOBD para detectar códigos de error en relación a las emisiones contaminantes.
Por otro lado, como también estarás al tanto, el Diesel vive momentos complicados. El Gobierno, a través de su Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha puesto en jaque a este carburante al decir que “el Diesel tiene los días contados". En Autopista.es os hemos contado nuestra versión y hemos puesto en relieve la realidad del Diesel. Aquí tienes todos los detalles.
Ahora bien, tenemos que hablar de una temática común. Como hemos mantenido, la diferencia de emisiones contaminantes de los coches Diesel actuales y los de hace más de 10 años (y no digamos los de 20 años atrás) es enorme, por lo que son estos últimos los que tienen más probabilidades de ver tiradas abajo su paso por las ITV.
¿Por qué sufrirán más los Diesel en las nuevas ITV?
La clave está en el envejecimiento del parque automovilístico español, el segundo con más años en la Unión Europea, sólo por detrás de Grecia. Nuestro parque tiene una edad media de más de 12 años… 14 en el caso de los vehículos industriales. Obviamente, estos vehículos serán más propensos a fallar en su paso por la ITV y habrá, en general, más suspensos, y más teniendo en cuenta que en este período el reparto del pastel entre Diesel y gasolina era claramente favorable a los primeros.
Así pues, no será de extrañar que aumente el número de suspensos en las ITV en los próximos años, especialmente entre estos coches Diesel. Las cifras de 2017 son premonitorias: de los más de 20,2 millones de inspecciones realizadas en España, un 20,3 por ciento suspendieron, lo que representó un 1,5 por ciento más que el año anterior. Con las nuevas ITV, las inspecciones de las centralitas de los coches y la revisión más severa de software maliciosos en lo relativo a las emisiones, la cifra tiene todo los visos para seguir subiendo.
El hecho de que las ITV tengan que, además, pagar por acceder a las centralitas (necesitan el permiso de los fabricantes, muchos de los cuales requieren un pago), y de la mayor complejidad y duración de las inspecciones, también encarecerá el precio de las ITV, o al menos así se pronostica. Se pretende controlar de forma más exhaustivas las emisiones, cualquier software pensado para falsear datos, posibles fraudes por parte de los conductores en la instalación y desinstalación de los sistema de limpieza de partículas, etc.
Desde ACEA-ITV, recuerdan que llevando a cabo un mantenimiento adecuado del vehículo, los propietarios de coches con mecánica Diesel “no tienen nada que temer", ya sean automóviles con versiones de gasóleo más antiguas o más modernas.